El índice de masa corporal (IMC) es un indicador de grasa corporal, pero su influencia en el riesgo de cáncer de mama es más compleja de lo que se creía. El IMC ofrece una instantánea de la grasa corporal en un momento dado, pero el aumento gradual de peso con el tiempo brinda una perspectiva más completa de los cambios metabólicos a largo plazo que podrían influir en el riesgo de cáncer.
El momento del aumento de peso es particularmente preocupante, especialmente durante períodos de susceptibilidad hormonal, como al principio y al final de los años reproductivos y durante la menopausia. A pesar del creciente reconocimiento de esta conexión, la investigación sigue siendo limitada, particularmente entre las poblaciones no occidentales, lo que destaca la necesidad de realizar estudios más inclusivos para explorar cómo el aumento de peso en diferentes etapas de la vida influye en el riesgo de cáncer de mama.
En un estudio publicado en la revista Cancer Biology & Medicine, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Seúl exploraron el impacto de los cambios de peso a lo largo de la edad adulta en el riesgo de cáncer de mama. Dirigida por el Dr. Daehee Kang y su equipo, la investigación se centró particularmente en la transición a la menopausia, proporcionando nuevas perspectivas sobre esta área de vital importancia para la salud de la mujer.
El estudio analizó los patrones de peso de 73 192 mujeres coreanas y monitorizó los cambios de peso a lo largo de 5 etapas distintas de la vida. Descubrieron que las mujeres que aumentaron más de 10 kg después de los 35 años tenían un 41 % más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama. Entre las mujeres premenopáusicas, las que aumentaron entre 5 y 9,9 kg durante este período presentaban un riesgo un 89 % más alto, mientras que aquellas que aumentaron 10 kg o más experimentaron un aumento del 223 % en el riesgo. El estudio también encontró una relación en forma de V entre la tasa de aumento de peso y el riesgo de cáncer de mama, con el mayor riesgo observado en mujeres que aumentaron de peso a un ritmo de 0,25 a 0,49 kg por año. Estos hallazgos sugieren que el control del peso durante la mediana edad podría desempeñar un papel fundamental en la reducción del riesgo de cáncer de mama.
“Nuestros estudios destacan el período crítico después de los 35 años como una posible ventana para intervenciones de control de peso dirigidas a prevenir el cáncer de mama. Al abordar el aumento de peso durante la mediana edad, podemos reducir el riesgo de cáncer de mama de manera significativa y cambiar el enfoque de las estrategias de prevención de cáncer para las mujeres”, dijo Daehee Kang.
Las implicaciones de estos hallazgos se extienden mucho más allá del ámbito de la investigación académica. Identificar el aumento de peso después de los 35 años de edad como un factor de riesgo clave abre nuevas vías para el desarrollo de iniciativas de salud pública dirigidas específicamente al control del peso. Estas iniciativas podrían incluir pautas nutricionales, un aumento de la actividad física y campañas de concientización diseñadas para capacitar a las mujeres para que tomen el control de su salud. Al centrarse en medidas preventivas, estos esfuerzos no solo tienen el potencial de reducir la incidencia del cáncer de mama, sino que también pueden dar forma al futuro de las políticas de salud pública, transformando la forma en que las sociedades abordan la prevención del cáncer y promueven el bienestar general.
Imagen principal: Yandex Images
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