Hace algún tiempo, tener un hijo a los 40 años era algo casi extraordinario, pero actualmente son muchas las mujeres que dan a luz después de los 50.
Antes, a las madres de 30 años se les denominaba “primigestas añosas”. Ahora, los límites de la edad reproductiva se han ampliado notablemente. Son cada vez más las mujeres que dan a luz en una época en la que antes les habría correspondido cuidar de sus nietos. ¿De qué manera es posible conseguirlo?
¿Hasta qué edad se puede ser madre?
Según explica el presidente de la Asociación Rusa de Reproducción Humana, doctor en Ciencias Médicas y profesor Vladímir Korsak, “la capacidad de una mujer para quedarse embarazada de forma natural (sin recurrir a la asistencia médica) se mantiene hasta los 49 años; por este motivo, los médicos recomiendan a las mujeres que no tengan más hijos en mente que utilicen métodos anticonceptivos hasta esa edad”. “En mi trayectoria, la madre de más edad que quedó embarazada por sí sola, sin ayuda médica, contaba con 54 años. El embarazo se produjo de forma natural, cinco años después de la menopausia. Por aquel entonces todavía no existían las ecografías, por lo que los médicos a los que acudió esta paciente ni siquiera la creyeron. El embarazo llegó a término y dio a luz”.
Precisamente por este motivo, los médicos recomiendan encarecidamente a las mujeres “de edad avanzada” que practiquen una actividad sexual regular u ocasional que tomen muy en serio los métodos anticonceptivos. No se deben fiar únicamente de la edad al respecto. La fertilidad puede prolongarse durante muchos años o, por el contrario, puede ocurrir que una mujer pierda su capacidad de concebir a una edad en la que, según su grupo etario, aún podría ser madre. En principio, hay pruebas y estudios que permiten conocer el nivel de fertilidad; sin embargo, ni siquiera estos ofrecen una garantía del 100 %.
Por esta razón, un embarazo a los 50 años o más se considera un milagro. Por lo general, los bebés que nacen a esta edad son fruto de las tecnologías de reproducción asistida mediante óvulos de donante, ya que a estas alturas las mujeres ya han agotado su reserva ovárica (el número de óvulos listos para ser fecundados).
El pico de la fertilidad femenina (capacidad para concebir) se alcanza entre los 18 y los 30 años. La probabilidad de embarazo a lo largo del año para las parejas jóvenes es aproximadamente del 25 %.
A los 35 años, las posibilidades de una mujer para quedarse embarazada se reducen a la mitad respecto a los 20 años. A los 40, las probabilidades de embarazo natural representan ya solo el 10 % de las que tenía a los 20 y, a partir de los 45, la FIV se lleva a cabo casi siempre mediante óvulos de donante.
Aunque Internet está plagado de tentadoras ofertas como “Activación ovárica” o “Rejuvenecimiento de la fertilidad”, etc., hay que tener en cuenta que a día de hoy no existe ninguna tecnología que haya demostrado su eficacia. Todas las técnicas utilizadas en las clínicas comerciales se consideran aún experimentales.
La única posibilidad de tener hijos a una edad más avanzada mediante los propios óvulos pasa por el programa de maternidad diferida.
Células de reserva
El profesor Korsak explica que “los médicos sugieren congelar (crioconservar) ovocitos (óvulos inmaduros) para su uso futuro”.
El programa de maternidad diferida tiene más de 20 años, pero en Rusia este método no empezó a ganar popularidad hasta hace unos pocos años.
Sin embargo, las mujeres deberían plantearse la posibilidad de almacenar sus óvulos lo antes posible.
“La calidad de los ovocitos congelados se corresponde con la edad que tenía la mujer cuando acudió al médico. A partir de los 37 años, la reserva ovárica disminuye y la calidad de los óvulos empeora. Después de los 40, la probabilidad de obtener un embrión con anomalías genéticas es del 60 %”.
El procedimiento de crioconservación está especialmente recomendado en mujeres que van a empezar un tratamiento contra el cáncer, ya que este implica el uso de fármacos que afectan negativamente al tejido ovárico. Para estas pacientes, la congelación de los óvulos se convierte en la única posibilidad de tener hijos en el futuro.
¿Es cierto que dar a luz rejuvenece?
Una mujer puede dar a luz (ya sea mediante óvulos de donante o sus propios óvulos congelados) a cualquier edad.
Según explica la ginecóloga y obstetra, doctora en Ciencias Médicas Irina Zorina, “cuando hablamos de mujeres de 50 años, no pueden quedarse embarazadas de forma natural por diversos motivos”. “A esta edad, una mujer ya no cuenta con el contexto hormonal necesario para ello. En consecuencia, se deben tomar medicamentos específicos para mantener el embarazo. Además, las mujeres de edad más avanzada suelen presentar ya una serie de enfermedades crónicas y la probabilidad de que estas empeoren durante el embarazo es mucho mayor”.
Así pues, cuando se habla de rejuvenecimiento después del parto, se hace referencia a la euforia y la alegría inherentes al nacimiento de un hijo, y no al efecto positivo del parto a edad avanzada.
La diabetes gestacional, la pielonefritis gestacional y la hipertensión arterial son algunas de las complicaciones más comunes del embarazo tardío. No es casualidad que muchas estrellas que ya han alcanzado una edad considerable recurran a la gestación subrogada para llevar a cabo un embarazo tardío. Incluso en los casos excepcionales en los que el embarazo y el parto se desarrollan sin complicaciones, las mujeres que dan a luz después de los 50 años se enfrentan a serias dificultades, ya que no solo se trata de dar a luz, sino también de criar al niño. Este hecho ejerce una presión constante, tanto en los padres como en el hijo.
¿Son sanos los hijos de padres mayores?
El principal riesgo asociado al parto tardío son las anomalías cromosómicas en el feto. El riesgo de que una mujer de 40 años dé a luz a un bebé con síndrome de Down es nueve veces mayor que el de una mujer de 30 años. Según el Ministerio de Sanidad, en Rusia el número de personas con síndrome de Down ha aumentado un 30 % en los últimos cinco años, algo que los expertos atribuyen al aumento del número de partos tardíos.
Por lo demás, la tecnología de FIV no afecta de ninguna manera a la salud del bebé.
“En el mundo han nacido ya cerca de 20 millones de bebés conce
