esto es lo que dicen los médicos
Los expertos en salud advierten que las temperaturas extremas o la exposición prolongada al frío invernal típico pueden afectar el corazón, el cerebro y otros órganos vitales. El Dr. Haytham Khraishah, cardiólogo preventivo en el Instituto Cardiovascular del Hospital Universitario Harrington y profesor adjunto de medicina en la Universidad Case Western Reserve de Cleveland, señala que cualquier sistema del cuerpo puede verse afectado.
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Cuando nos exponemos al frío, el cuerpo pierde calor a un ritmo más rápido del que puede generar. Con el tiempo, agotaremos las reservas de energía del cuerpo y la temperatura corporal comenzará a disminuir. La exposición prolongada al frío, particularmente si la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 grados Celsius (95 grados Fahrenheit), puede llevar a hipotermia, congelación y otros problemas de salud.
El cuerpo puede perder calor en varias formas. Alrededor del 60 % se transfiere por conducción simple al aire circundante. La pérdida de calor también puede ocurrir cuando tocamos objetos fríos, cuando sudamos o incluso cuando inhalamos aire frío.
Cuando la temperatura del aire desciende, los vasos sanguíneos se contraen para evitar la pérdida de calor y para mantener más sangre cerca de los órganos centrales. Como resultado, disminuye la circulación a manos y pies, pero aumenta la presión arterial, lo cual puede causar un derrame cerebral o un ataque cardíaco, particularmente en personas con alto riesgo de enfermedad cardíaca. Además, el frío extremo puede hacer que la sangre se vuelva más espesa y propensa a coagularse. Esto también aumenta el riesgo de ataque cardíaco o derrame cerebral.
Las personas con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras afecciones respiratorias tienen mayor riesgo durante el clima frío. Esto se debe a que el aire frío y seco irrita las vías respiratorias, afirma el Dr. Haytham Khraishah.
En general, el frío también puede hacer que las personas sean más propensas a enfermarse. Así lo dice el Dr. E. John Wipfler III, profesor clínico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Illinois y médico de urgencias en OSF St. Francis Medical Center en Peoria. Durante los meses fríos, tendemos a congregarnos en espacios cerrados, lo que aumenta el hacinamiento. Además, a algunos virus les va mejor en temperaturas más frías. El Dr. Khraishah agrega que el aire frío y seco puede secar los revestimientos mucosos de la nariz, la boca y la garganta. Esto significa que si te expones a virus o bacterias, pueden quedar atrapados en estos revestimientos.
La vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos) causada por el frío puede dificultar la función cognitiva. Esto es particularmente preocupante si se desarrolla hipotermia, que es cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 grados Celsius (95 grados Fahrenheit). Es importante recordar que la hipotermia es una condición que requiere atención médica urgente.
La exposición prolongada al frío, que reduce la circulación en las extremidades, también puede provocar congelación. Las personas con mala circulación tienen un mayor riesgo de desarrollar esta afección. Si se presenta congelación, se recomienda trasladarse a un lugar cálido de inmediato y sumergir las áreas congeladas en agua tibia, pero no caliente. Si esto no es posible, usa el calor de otras partes del cuerpo para calentarte. No calientes las áreas congeladas con bolsas de agua caliente o calentadores, ya que esto puede quemar las áreas afectadas.
La información en este artículo no sustituye el consejo de un profesional de cuidado de la salud. Consulta con un profesional antes de tomar cualquier decisión.