Te contamos cómo eliminar el estrés en tu puesto de trabajo.
¿La jornada laboral es imparable, los plazos apremian y los pensamientos de vacaciones se convierten en sueños incumplidos? Bueno, si escapar al mar no es una opción por ahora, nadie te ha prohibido tomarte pequeños pero efectivos descansos para recargar las pilas. Descubre técnicas prácticas que te ayudarán a reducir tus niveles de estrés directamente en tu puesto de trabajo o en casa al terminar el día.
Respiración: comencemos por lo básico
La respiración es tu aliada infalible (sin romanticismos innecesarios). Las inspiraciones y espiraciones profundas engañan, literalmente, al cerebro y le hacen creer que todo está bajo control.
Técnica 4-7-8
Siéntate con la espalda recta, inspira durante 4 segundos por la nariz, aguanta la respiración durante 7 segundos y, luego, expulsa lentamente durante 8 segundos por la boca. Repite el ciclo entre 3 y 4 veces. Te ayudará a serenar los ánimos aunque se te eche encima todo el departamento de marketing.
Respiración de caja
Inhala durante 4 segundos, aguanta la respiración durante 4 segundos, exhala durante 4 segundos y, por último, espera otros 4 segundos. Imagina que estás dibujando un cuadrado mentalmente y sincroniza el movimiento con la respiración.
Mini estiramientos para el puesto de trabajo
Tu cuerpo, igual que tu alma, necesita atención, especialmente después de estar todo el día sentado en una silla de oficina. Unos movimientos sencillos te devolverán la sensación de ligereza:
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Giros de espalda. Siéntate con la espalda recta, gira la parte superior del cuerpo hacia la derecha y apoya la mano izquierda en la cadera derecha. Mantén la postura entre 15 y 20 segundos y repite hacia el otro lado.
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Estiramiento de cuello. Inclina la cabeza hacia un hombro y, luego, hacia el otro, elevándola suavemente con la mano. No te olvides de los suaves movimientos circulares.
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Técnica “gato-vaca” para la oficina. Siéntate en el borde de la silla, redondea la espalda y mete el estómago, y, después, arquea la espalda sacando el pecho hacia adelante. Tras unas cuantas repeticiones, notarás cómo desaparece la tensión de los hombros.
Meditación sin “ommm”
No hace falta ser un gurú zen para incorporar la meditación a tu rutina. Las prácticas modernas son sencillas y se adaptan a la vida en la oficina.
“Escáner corporal”
Cierra los ojos y céntrate, alternativamente, en diferentes partes del cuerpo: desde la coronilla hasta los dedos de los pies. Tensa y relaja los músculos, liberando mentalmente la tensión.
Mini-conciencia
Intenta concentrarte al máximo en el momento presente. ¿Qué sientes? ¿Qué sonidos hay a tu alrededor? ¿Cuál es la temperatura del aire? Incluso cinco minutos de esta concentración te ayudarán a ordenar tus pensamientos.
Meditaciones con aplicaciones
Si crees que no eres capaz de hacerlo por ti mismo, descárgate una aplicación como Calm o Headspace. Allí lo explican todo muy bien y de manera sencilla.
Pausa de masaje en la oficina
El automasaje es tu salvación. Esto es lo que puedes hacer directamente en tu puesto de trabajo:
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Realiza un masaje circular en las sienes y en la base del cráneo con los dedos. Esto relaja los músculos del rostro y ayuda a aliviar el dolor de cabeza.
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Amasa las manos y los dedos, especialmente si has estado escribiendo en el ordenador todo el día. Recorre cada articulación con los pulgares.
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Masajea los hombros: presiona los músculos entre el cuello y el hombro con los dedos y amásalos suavemente.
Terapia de sonido: ¿música o silencio?
A veces, el mejor descanso es un cambio en el fondo sonoro. Prueba con música relajante (no necesariamente “cuencos tibetanos”, también puede ser jazz suave o lo-fi), ruido blanco o sonidos de la naturaleza. Para un efecto máximo, utiliza auriculares con cancelación de ruido para aislarte del bullicio de la oficina.
Ritual nocturno: termina el día de forma agradable
Es importante realizar un cambio de actividad después del trabajo. Te proponemos algunos rituales de relajación:
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Baño caliente con sal o aceites. El agua caliente relaja los músculos y los aditivos aromáticos (como la lavanda) te ayudarán a tranquilizarte.
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Yoga antes de dormir. Un par de posturas sencillas, como “niño” o “mariposa”, liberarán la tensión acumulada.
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Desconexión de dispositivos electrónicos. Guarda el teléfono al menos una hora antes de dormirte; es importante que el sistema nervioso se prepare para el descanso.
Incluso en el día más ajetreado, puedes dedicar entre 10 y 15 minutos a ti, liberar tensiones y recuperar el buen humor. Lo más importante es recordar que tu descanso es tan importante como un proyecto exitoso. ¡Relájate, respira hondo y verás que puedes conseguirlo!
Anteriormente, la revista femenina “Kleo.ru” compartió consejos que te ayudarán a despertarte más fácilmente por las mañanas.