Manifestación de la sintomatología de los papilomas en la vejiga urinaria en hombres y mujeres

El papiloma de vejiga es un crecimiento benigno del tejido de la mucosa. Pertenece a las enfermedades poco habituales del sistema genitourinario. Tanto hombres como mujeres padecen el problema, las causas de su aparición y el proceso de extirpación del crecimiento difieren entre los representantes de cada sexo; afectan a diferentes órganos del sistema genitourinario. Los síntomas del papiloma en esta localización son similares a otros problemas patológicos del flujo de orina. El estadio avanzado de la enfermedad se determina mediante la Clasificación Internacional de Enfermedades.

¿Qué es el papiloma de vejiga y cuál es su código según la CIE 10?

La CIE asigna un código a cada patología. Las neoplasias malignas se designan con la letra C. Las vías urinarias están numeradas del 64 al 68:

• C64: riñones;
• C65: pelvis renal;
• C66: uréter;
• C67: vejiga;
• C68: órganos urinarios no especificados.

La C67 se subdivide en su propia clasificación según la localización del crecimiento.

Independientemente del código de patología, las causas y los síntomas de cada tipo de neoplasia son idénticos.

Causas y síntomas de la patología

El virus del papiloma humano (VPH) es la principal causa de aparición del problema. El desencadenante se encuentra en el ADN y se desarrolla cuando el sistema inmunitario está debilitado. Durante el periodo de debilidad del cuerpo, las células víricas reanudan su actividad, reemplazando a las células sanas.

Entre las causas secundarias se encuentran la edad y el sexo del portador. Las personas de 45 a 70 años son más propensas a la papilomatosis debido a una disminución general de la inmunidad, la pérdida del tono muscular de las vías urinarias. Las causas debidas a las características sexuales se caracterizan por la diferenciación de la localización del papiloma en los órganos genitales femeninos y masculinos.

Un signo distintivo de la transformación de una neoplasia benigna en maligna, independientemente del sexo o la edad, es una sintomatología dolorosa recurrente:

• peso en la parte inferior del abdomen;
• impulsos agudos;
• micciones frecuentes;
• escozor,
• sangrado.

La presencia de sangre en la orina puede ser de dos niveles. Indican la enfermedad del sistema urinario en cuestión:

• microhematuria: el color de la orina no cambia (se detecta mediante diagnóstico médico);
• macrohematuria: la orina tiene un tono de rosa a cereza.

A veces se pone de manifiesto no un síntoma, sino una enfermedad del papiloma de vejiga:

• pielonefritis;
• insuficiencia renal.

La causa principal de la manifestación (secundaria al virus del papiloma) es el estancamiento de la orina. El síntoma es provocado por patologías congénitas o adquiridas en los hombres, enfermedades infecciosas en las mujeres.

En hombres

El factor patológico, la alteración del proceso de excreción de la orina, en los hombres, es una “elevación” tisular congénita con dos conductos eyaculadores (obstrucción infravesical):

• la parte inicial de la uretra pasa a través de la próstata;
• la obstrucción se acompaña de un agrandamiento benigno de los elementos estructurales de la próstata;
• la mucosa cambia;
• se observa un estancamiento constante de líquido secretado;
• la vejiga se inflama.

Entre las enfermedades adquiridas de los hombres se encuentran la cistitis, la enfermedad por cálculos renales, la prostatitis, la uretritis:

• la infección bacteriana se extiende a través de los órganos genitourinarios;
• se produce un proceso inflamatorio en la mucosa de la vejiga;
• comenza la destrucción total o parcial de los tejidos de la mucosa (con cistitis).

El VPH en los hombres afecta a la uretra y la próstata. Debido a las características de la estructura de los órganos, se conforma con mayor frecuencia en los representantes del sexo masculino que en el opuesto.

En mujeres

Los órganos femeninos son menos propensos a la aparición del virus del papiloma. Si en un hombre el problema puede ser de naturaleza congénita, en las mujeres la patología suele ser adquirida:

• después de un contacto sexual contagioso sin protección;
• por interacción regular con sustancias químicas, tintes;
• como resultado de enfermedades crónicas del sistema urinario.

El proceso de desarrollo de la inflamación se acompaña de:

• infección vírica;
• daño al epitelio de los órganos femeninos.

Aunque la patología se manifiesta con menor frecuencia en las mujeres, la malignización afecta a más órganos: el cuello uterino, la vejiga y la parte anterior de la vagina. Puede provocar problemas de función reproductiva.

Diagnóstico de la papilomatosis de vejiga

Antes de realizar un diagnóstico general, se presta atención a las manifestaciones individuales de los síntomas. Los signos son palpables, visualmente perceptibles, además de la microhematuria (trazas insignificantes de sangre en la orina). El médico comprueba la presencia o ausencia de sangrado en el paciente. La macrohematuria es visualmente perceptible (cambio de color de la orina), se detecta mediante un examen microscópico. El diagnóstico de los síntomas se realiza por etapas:

• análisis de orina;
• microscopía de la muestra;
• detección de proteínas (o ausencia de ellas);
• identificación de signos de sangrado.

Tras confirmar el síntoma, el paciente es remitido a un nefrólogo para el diagnóstico de papilomatosis; la hematuria también es característica de otras enfermedades del sistema urinario.

Tras el autodiagnóstico, el examen con un nefrólogo, el paciente deberá someterse a una serie de pruebas.

El diagnóstico médico determina la presencia, el tipo de papiloma, guiándose por criterios generalmente aceptados.