Según los medios, los científicos han desarrollado una vacuna para adelgazar basada en una bacteria que bloquea el almacenamiento de grasa y ayuda a evitar el aumento de peso independientemente de la dieta. ¿Cómo combaten las bacterias la obesidad?
Existen varias maneras de combatir la obesidad, pero para quienes encuentran el método clásico de restricción de calorías en la dieta demasiado largo y difícil, pronto podrán solucionar su problema con una vacuna. Según los medios, los científicos han creado una vacuna con bacterias que impiden que el cuerpo almacene grasa; es decir, que bastaría con una sola vacuna para poder comer todo lo que se quisiera, cuando se quisiera, sin miedo a aumentar de peso.
Por el momento, según fuentes periodísticas, esta vacuna solo se ha probado en roedores, pero los científicos planean probarla en humanos.
“Hay bacterias que pueden contribuir a adelgazar”, explicó a aif.ru Sofia Tsvétikova, jefa del Departamento de Microbiología de la empresa “Novabiom”. “Las más conocidas son las bifidobacterias, que producen ácido láctico, contribuyendo así a una sensación duradera de saciedad y reduciendo el colesterol en la sangre.
Las bacterias del género Roseburia desempeñan un papel fundamental en la regulación del apetito, ayudando a evitar comer en exceso. La Akkermansia muciniphila previene el almacenamiento de grasa, mientras que la Oscillibacter reduce el colesterol y los triglicéridos, evitando así el aumento de peso.
Es interesante saber que la bacteria Christensenella minuta contribuye a regular los niveles de leptina y resistina (hormonas específicas del tejido adiposo) y reduce la masa corporal”.
La buena noticia es que no tenemos que esperar a que se desarrolle, pruebe y lance una vacuna basada en estas bacterias, ya que ya están presentes en los intestinos y para mantener su cantidad es necesario seguir una dieta adecuada. En primer lugar, consumir la mayor cantidad posible de fibra, que se encuentra en verduras, frutas, legumbres, setas y cereales integrales.
Cabe destacar que esta no es la primera vacuna en la que trabajan los expertos para tratar la obesidad. Anteriormente, la revista Journal of Animal Science and Biotechnology publicó un artículo sobre la creación de una vacuna contra la obesidad basada en la somatostatina, una hormona que actúa como antagonista de la hormona del crecimiento y de la somatomedina C, que aceleran el metabolismo y favorecen la pérdida de peso. Al bloquear la somatostatina, que impide la pérdida de peso, se estimularía al sistema inmunitario a producir anticuerpos e inhibirla. Esta vacuna también se probó en ratones y, en pocos días, los ratones obesos perdieron el 10% de su peso. Los científicos esperan que el efecto sea similar en los seres humanos.