La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término general para una clase de enfermedades crónicas que entrañan una inflamación inmunológica del tracto gastrointestinal. Actualmente, esta clase incluye la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
Las personas con EII experimentan dolor abdominal, diarrea o estreñimiento prolongados, así como náuseas, vómitos, gases e hinchazón. Pierden el apetito y algunas experimentan una pérdida de peso significativa. También se sienten débiles y se fatigan fácilmente. La incomodidad causada por la EII impacta significativamente la calidad de vida; el dolor abdominal puede ser intenso y persistente, lo que obliga a las personas a faltar al trabajo o interrumpir sus planes.
La EII generalmente produce síntomas intestinales que son tabú, como la diarrea o el estreñimiento, a veces con sangre en las heces. Muchas personas con EII no siempre comparten los síntomas ni su diagnóstico con nadie excepto su doctor y no todos buscan atención médica. Esto lleva a la impresión errónea de que estas afecciones son poco comunes. Sin embargo, en realidad, son mucho más comunes de lo que parecen, pues afectan a más de 10 millones de personas.
La causa exacta de la EII es desconocida. Se sabe que es una enfermedad autoinmune y se cree que la causa es una combinación de factores desencadenantes. Estos factores incluyen la genética, el estilo de vida y la dieta. Asacol: 7 beneficios y precauciones
Tener un familiar con EII aumenta el riesgo de desarrollar la afección. El estrés crónico, los hábitos poco saludables como fumar y el uso frecuente de antibióticos durante la infancia también pueden contribuir al desarrollo de la EII. Sin embargo, ninguno de estos factores actúa por sí solo; la causa de la enfermedad es multifactorial.
El diagnóstico de la EII puede ser difícil y generalmente implica una visita a un gastroenterólogo. A menudo, el diagnóstico solo se puede realizar por exclusión y tras una serie de pruebas y exámenes. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, análisis de heces (incluida la prueba de sangre oculta en heces inmunoquímica fecal ColonView) y una prueba de calprotectina fecal.
Para determinar la causa subyacente de la inflamación, se puede recomendar un panel completo conocido como “panel de perfil gastrointestinal”. Este panel mide biomarcadores clave cuyos niveles anormalmente altos pueden indicar la presencia de determinadas afecciones. Los procedimientos endoscópicos que implican biopsias confirman el diagnóstico.
La EII no tiene cura, pero es posible experimentar períodos largos de remisión. Esto generalmente implica el uso continuo de medicamentos recetados por un médico. En casos graves, los pacientes pueden necesitar cirugía para extirpar la parte más gravemente afectada del intestino.
