Autor: goodsinfo · Tiempo de lectura: 2 minutos · Lecturas: 468 · Publicado: 01/10/2024
Después de un derrame cerebral, los pacientes a menudo experimentan deterioro cognitivo: dificultad para hablar, peor memoria y mayor dificultad para realizar incluso tareas domésticas de rutina.
Según los investigadores, estas dificultades pueden comenzar una década antes del derrame cerebral, informa “MED Portal”.
Los científicos observaron a más de 14 000 personas de más de 45 años. El periodo promedio de seguimiento para cada participante fue de 12,5 años. A los médicos les interesó cómo realizaban los participantes las tareas domésticas, cuidaban su apariencia y administraban sus finanzas. Los voluntarios también se sometieron a exámenes periódicos, en los que los especialistas evaluaron su memoria, tiempo de reacción y capacidad verbal. Además, los médicos prestaron atención a la coordinación de los movimientos de sus manos.
El resultado fue que las habilidades cognitivas de las personas que posteriormente sufrieron un derrame cerebral comenzaron a disminuir mucho antes de que la afección se hiciera evidente. Los primeros indicadores, una década antes, eran evidentes en las pruebas de Stroop. Estas pruebas consisten en que el sujeto lea un texto donde algunas palabras están escritas en un color diferente, lo que puede generar un retraso en la respuesta. Es así como los médicos prueban la flexibilidad cognitiva.
Los cambios en otras pruebas y exámenes también se observaron aproximadamente ocho años antes. Lo último que ocurrió, aproximadamente dos o tres años antes de un derrame cerebral, fue que a las personas les resultó más difícil realizar actividades diarias.
El estudio encontró que las mujeres tenían más probabilidades de sufrir un derrame cerebral (60 % de los casos). Las personas con un nivel de educación bajo mostraron un deterioro más pronunciado de las habilidades cognitivas. Los portadores del gen APOE, que también afecta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, también eran más vulnerables.
Los investigadores señalan que la pérdida de habilidades cognitivas por sí sola no causa un derrame cerebral. Creen que el deterioro cognitivo está relacionado con el daño cerebral. Este daño puede acumularse durante años y, finalmente, provocar un derrame cerebral.
Por lo tanto, los primeros signos de deterioro cognitivo no deben atribuirse al cansancio o a cambios naturales relacionados con la edad. Buscar atención médica a tiempo puede ayudar a prevenir un derrame cerebral en el futuro.
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