El papiloma vulvar es una neoplasia benigna que se forma en la mucosa de los órganos reproductores femeninos, provocada por la agresión del virus del papiloma humano. Según la clasificación CIE-10, el código de la enfermedad es N90.0, enfermedades inflamatorias de la vulva, y A63.0, neoplasias anogenitales generalizadas.
Qué es la vaginitis vulvar por papilomavirus
La vaginitis vulvar por papilomavirus se caracteriza por reacciones inflamatorias con hiperemia, edema en la zona íntima, dolor al orinar y prurito.
La afección tiene origen viral. La vaginitis vulvar es un motivo frecuente de consulta con un ginecólogo.
La papilomatosis de los órganos reproductores se produce por la actividad del VPH. Un cuadro clínico muy pronunciado genera un malestar significativo en la paciente y aparecen secreciones malolientes debido a la microflora bacteriana secundaria.
Con frecuencia, se diagnostica en niñas antes de la pubertad y en mujeres mayores durante el periodo climatérico. Los mecanismos de defensa locales se debilitan y aumenta el riesgo de desarrollar la patología. En el contexto de la aparición de condilomas acuminados, se agregan síntomas de carácter inflamatorio, lo que dificulta el diagnóstico de la enfermedad.
Los papilomas en la vulva pueden camuflarse como elementos inflamatorios nodulares (granos purulentos, forúnculos con maceración) tras rascarse y dañar la capa externa de la formación.
El diagnóstico de la papilomatosis en combinación con vaginitis vulvar incluye un examen integral con un estudio histológico, el desarrollo de una terapia para la enfermedad principal con la corrección del sistema inmunitario de la mujer.
Causas de aparición y síntomas
La principal causa de aparición de la patología de la papilomatosis de la vulva es la infección por el VPH y la activación del agente patógeno bajo la acción de factores ambientales adversos, el debilitamiento del organismo debido a una patología concomitante y la disminución de las fuerzas inmunoprotectoras del organismo.
Los factores desencadenantes, causas de la agresión del VPH, son los siguientes:
- mala situación ecológica combinada con una alimentación desequilibrada, deficiencia de vitaminas y minerales, presencia de hábitos nocivos (tabaquismo, dependencia del alcohol, consumo de drogas);
- estrés, malestar psicológico constante;
- enfermedades infecciosas y venéreas frecuentes, lesiones parasitarias y micóticas en la zona íntima;
- hipotermia;
- tratamiento prolongado con medicamentos hormonales, quimioterápicos, antibióticos;
- cambios hormonales en el organismo (adolescencia, embarazo, lactancia, menopausia), en caso de enfermedad de las glándulas endocrinas (diabetes, patología de la corteza suprarrenal, trastornos de la tiroides);
- vida sexual desordenada;
- lesiones en la zona genital;
- incumplimiento de la higiene íntima personal, uso de artículos de uso público (máquinas de afeitar, toallas en duchas y baños comunes);
- las duchas vaginales frecuentes, el uso de antisépticos alteran la microflora de la zona genital.
El proceso del papilomavirus se caracteriza por un cuadro clínico:
- los condilomas en la vulva pueden adoptar formas diversas: agrupados en forma de coliflor o de tipo fungiforme en un tallo fino y filiforme;
- tamaños: desde puntiformes hasta papilomas voluminosos y colgantes gigantescos;
- color: desde rosa claro hasta azul grisáceo;
- aumenta la cantidad de secreciones, que pueden ser transparentes, blanquecinas o amarillo verdosas (secreción purulenta en el contexto de una infección bacteriana).
Diagnóstico de la papilomatosis de la vulva
El diagnóstico de las formaciones en los órganos sexuales externos (vulva, zona de los labios mayores y menores, perineo) y en las mucosas internas del sistema reproductor (canal cervical) lo realiza el ginecólogo. Para diferenciar el condiloma del papiloma, el pólipo, que puede surgir no solo por la actividad del VPH en el organismo, el médico realiza una serie de manipulaciones con la indicación de pruebas específicas, el examen de la paciente:
- examen en la camilla con espéculos, procedimiento de colposcopia. Cuando es necesario, se aplica una solución de ácido acético para determinar los condilomas;
- toma de biopsia, frotis de la mucosa y del cuello uterino para realizar un análisis citológico e histológico para detectar la presencia del VPH y células malignas;
- método de ADN, diagnóstico por PCR;
- análisis de WR para un diagnóstico diferencial con manifestaciones sifilíticas y para diferenciar los condilomas acuminados de las verrugas planas;
- análisis para detectar ETS, que pueden ocultarse bajo los síntomas del VPH; es recomendable examinar a ambas parejas sexuales al mismo tiempo, ya que el hombre puede ser portador de la infección;
- cuando es necesario, se indica además una consulta y examen con un dermatovenerólogo para identificar papilomas complejos y determinar la forma de extirparlos.
Métodos de tratamiento de la patología
El riesgo de desarrollar un tumor maligno en los puntos afectados aumenta, los condilomas se lesionan durante las relaciones sexuales y la higiene de la zona íntima.
La estrategia de tratamiento se determina en función de los síntomas y el crecimiento de las formaciones cutáneas. En ausencia de fenómenos de malestar expresos y de tamaño pequeño, se indica un tratamiento conservador con medicamentos de acción local. Para papilomas de gran tamaño en la vulva, con manifestaciones clínicas brillantes o si la propia paciente lo desea, se utilizan métodos quirúrgicos para eliminar las protuberancias.
No se deben utilizar métodos de terapia casera ni recetas populares sin una consulta previa con un médico.
Es posible un efecto farmacológico conservador con pomadas, geles y soluciones con efecto inmunomodulador y antiviral. Se utilizan:
- supositorios: licopidio y alpisarina;
- pomadas: virferón, solcoderma y cicloferón;
- soluciones: verrucacida, condilin, feresol, epil-intimate.
La extirpación de papilomas mediante métodos quirúrgicos y con equipos incluye:
- Método quirúrgico tradicional de extirpación de formaciones en la vulva. Se indica para tamaños grandes. El procedimiento es invasivo y el periodo de recuperación posoperatorio es prolongado; queda una cicatriz en los genitales tras la intervención quirúrgica.
- Crioterapia con congelación a temperaturas extremadamente bajas: un método óptimo para eliminar papilomas; pueden ser necesarias varias sesiones. Es mínimamente doloroso, se realiza en el hospital, la superficie de la herida se recubre con una costra y el riesgo de que aparezca una cicatriz es mínimo.
- Extirpación con láser: un método inocuo, la coagulación con láser permite eliminar las protuberancias en la vulva en 20-30 minutos, el periodo de recuperación dura de 12 a 24 horas (dependiendo del grado de afectación). No se utiliza para formaciones gigantescas.
- El método de las ondas de radio y la diatermoelectrocoagulación con extirpación con un cuchillo especial se realizan únicamente con anestesia, ya que el riesgo de choque por dolor es elevado. La recuperación de la piel dura hasta 14 días.
En el contexto de las técnicas con equipos, se indican medicamentos con acción inmunoestimulante para combatir la causa de las formaciones papilomatosas: el virus del papiloma humano.
Posibles complicaciones y medidas preventivas
El riesgo de complicaciones cuando en el organismo persiste el papilomavirus en la