La música puede aumentar los niveles de endorfinas (hormonas de la felicidad) en un 9% después de tan sólo 15 minutos de escucharla. Si la música tiene un ritmo similar al de los latidos del corazón, puede regularizar la presión arterial y aliviar la dificultad respiratoria (reducir las crisis de asma en tan solo 5 minutos). Escuchar ciertas melodías con regularidad puede regular el metabolismo y mejorar la circulación sanguínea. En un reciente y curioso estudio, los científicos alternaron entre música heavy metal y música clásica en un restaurante. Escuchando heavy metal, los clientes pedían principalmente platos poco saludables (por ejemplo, carnes grasas fritas o bebidas alcohólicas fuertes) y en mayor cantidad, mientras que con la música clásica optaban por ensaladas saludables, vinos ligeros y controlaban las porciones.
Teniendo en cuenta estos datos, los psicoterapeutas y dietistas han llegado a la conclusión de que escuchar música puede ayudar a perder peso, si se hace correctamente. ¿Cómo? Concretamente, ¿qué recomiendan?
Efectos en el organismo
Emocionales
Según los expertos, escuchar música para adelgazar es especialmente eficaz en las mujeres. Esto se debe a que actúa principalmente en la esfera emocional (no en vano, la musicoterapia es un tipo de psicoterapia). Al elevar el estado de ánimo e incrementar los niveles de endorfinas, ayuda a sobrellevar el estrés diario, lo que reduce la producción de cortisol que favorece la acumulación de peso. En un estado de euforia leve, se bloquea la sensación de hambre y desaparece la necesidad de comer por ansiedad.
Fisiológicos
Los hombres son menos sugestionables, pero también ellos pueden perder peso con ayuda de la música, ya que esta actúa a nivel fisiológico:
- Regula la presión arterial y las pulsaciones.
- Mejora la circulación sanguínea y restablece la respiración, lo que oxigena los tejidos, beneficioso para quemar grasas y perder peso.
- Calma y relaja el sistema nervioso, lo que reduce el riesgo de atracones por estrés.
- Favorece el sueño reparador durante el cual aumenta la producción de hormonas que suprimen el apetito durante el día.
Además, los expertos recomiendan escuchar música que estimule el cerebro: activa los procesos cognitivos, haciendo que la persona piense y razone de manera más positiva o simplemente se entregue a recuerdos agradables. En este estado, aumenta el nivel de control sobre sus acciones. En concreto, puede controlar mejor el apetito, organizar una dieta adecuada, cumplir una rutina y cambiar a un estilo de vida saludable. Todo esto ayuda a perder peso.
Datos respaldados por investigaciones
Algunos resultados de investigaciones demuestran el potente efecto de la música en el estado emocional y físico de una persona:
Reduce el número de ataques epilépticos (sobre todo la “Sonata para piano núm. 16 en re mayor” de Mozart), lo que demuestra su impacto directo en el cerebro y el sistema nervioso central.
Relaja los músculos durante las carreras, las caminatas rápidas o los ejercicios intensos, por lo que puede usarse como terapia de rehabilitación adicional para la insuficiencia cardíaca y la obesidad.
Es un potente estimulante del estado de ánimo y las emociones, mantiene el espíritu elevado e influye en los resultados del entrenamiento, aumentando la resistencia y la fuerza, lo que ayuda a quemar más calorías durante la clase.
Reduce las pulsaciones y la presión arterial. Las melodías que combinan ritmos rápidos y lentos son las más eficaces para influir en el flujo sanguíneo. Por ejemplo, las arias de Verdi están perfectamente sincronizadas con los latidos del corazón.
En psicoterapia, se considera uno de los medios más eficaces para trabajar con el inconsciente. Estructura y mejora los procesos de memoria y pensamiento, lo que tiene un efecto positivo en el estado general y el bienestar de una persona, lo que lleva a la regularización de los procesos metabólicos necesarios para perder peso.
Experiencias de todo el mundo. En el Instituto Nacional de Sangre de París, todas las intervenciones quirúrgicas se llevan a cabo con música, que se selecciona según el tipo de dolencia. Según investigaciones, esto reduce la pérdida de sangre y aumenta las posibilidades de un resultado positivo.
Cómo utilizarla
Hay muchas formas de utilizar la música como herramienta para perder peso:
Durante las comidas
El principal problema de las personas con sobrepeso es la sobrealimentación (ya hemos hablado antes de sus causas y consecuencias). Es difícil controlar el apetito y durante las dietas siempre se antoja algo prohibido, mientras que controlar el tamaño de las porciones resulta imposible. Problemas como estos se pueden resolver con éxito seleccionando la música adecuada. Si tienes hambre entre comidas, pon música y relájate: te ayudará a sobrellevar la ansiedad. ¿Temes comer demasiado durante las comidas? También pon música: te ayudará a controlar la cantidad de alimentos que tomas.
Melodías recomendadas:
- Canon en re mayor de Johann Pachelbel (compositor alemán).
- Kara Toprak de Fazil Say (pianista turco).
- “El invierno” de Antonio Vivaldi.
- Suite n.º 3 de J. S. Bach.
- “Melodía Divenire” de Ludovico Einaudi (compositor y pianista italiano).
- “All Of Me” de Jon Schmidt (pianista estadounidense).
Durante el entrenamiento
Está demostrado que escuchar música durante el entreno ayuda a adelgazar. Su ritmo permite realizar movimientos más precisos y rítmicos, lo que aumenta la eficacia del ejercicio. Además, los expertos recomiendan elegir melodías “cardio” para correr o para entrenar fuerza y resistencia.
Quemarás muchas más calorías con música que en silencio y además disfrutarás del proceso.
Canciones recomendadas para correr:
- “We On” de Ace Hood.
- “Ookay, Trap & Chill” de Thief Game.
- “Piercing Light”: banda sonora del juego League of Legends.
- “I’m A Dragon” de Apashe con J. Worra.
- “Renegade” de The Qemists: banda sonora del juego Forza Horizon 2.
Canciones recomendadas para entrenamientos por intervalos:
- “Let’s Go” de Chris Brown.
- “Call Me Maybe” de Eric Prydz.
- “Burn It Down” de Linkin Park.
- “Midnight Run” de RokCity.
- “Begin Again” de Taylor Swift.
Dato curioso. La Filarmónica de Járkov tiene copyright de un concierto terapéutico especial para embarazadas. Tras años de práctica, llegaron a la conclusión de que las composiciones de Vivaldi, Haydn, Strauss y Mozart mejoran el estado de salud de las mujeres, incluso durante la toxemia, mientras que por alguna razón, Bach tiene un efecto negativo en ellas durante los 9 meses.
Para meditar
Para adelgazar, la música se puede combinar con la meditación si se practica. Los expertos recomiendan sesiones matutinas, al amanecer, para obtener un impulso de energía durante todo el día.
Las melodías elegidas correctamente te ayudarán a controlar el apetito y a que los entrenamientos planificados para el día sean más intensos. Aunque también se puede recurrir a la relajación nocturna para aliviar el estrés y la tensión, lo que te protegerá de los atracones nocturnos.
De entre todos los géneros, en este caso es mejor optar por ambient, étnico y new age.
Melodías recomendadas:
- “Morning Glory” de Karunesh (músico alemán).
- “Rain” de Nanobyte y Mary Lambert.
