- Naturaleza de la enfermedad
- Causas
- Síntomas
- Tratamiento
- Complicaciones
- Prevención
- Casos especiales
Según la OMS, el sobrepeso se clasifica en 3 grados. El último y, por ende, más peligroso es la obesidad mórbida. Una persona con este diagnóstico tiene muy limitada la movilidad, padece varias enfermedades concomitantes, algunas de las cuales pueden ser mortales. Incluso el tratamiento quirúrgico es difícil para esta patología. Es muy importante que quienes pertenecen al grupo de riesgo entiendan qué es y cómo evitar dicha enfermedad, ocupándose a tiempo de su prevención.
Naturaleza de la enfermedad
Según los datos médicos, la obesidad mórbida es una enfermedad en la cual la masa corporal supera su valor normal en más de 45 kg. El valor absoluto es: IMC > 40. Esto ya no es un defecto estético, sino una patología grave que atenta contra la salud y la vida de la persona.
Con esto, se observa en el organismo una proliferación de la capa subcutánea por el aumento del tejido graso en diferentes partes del cuerpo. Puede tener forma de pera o manzana con pliegues antiestéticos.
Según las estadísticas, la obesidad de tipo mórbida se diagnostica en más del 5 % de los adultos en los países desarrollados. El líder en estos índices es Estados Unidos.
Origen del nombre. El término “mórbida” proviene de la palabra latina “morbus” que se traduce como “enfermedad”. Este hecho demuestra una vez más que esta patología no es un problema estético, sino una enfermedad grave.
Causas
No hace mucho, la forma mórbida de obesidad se consideraba una enfermedad genética. Sin embargo, en los últimos tiempos, cada vez más se desvincula de la herencia. El estilo de vida sin actividad física y la mala alimentación cobran importancia. Y estas no son todas las causas del aumento de peso patológico. También pueden ser:
- la cantidad de calorías consumidas supera con creces la cantidad gastada;
- enfermedades del páncreas o del hígado;
- consumo abundante de carbohidratos de fácil digestión, que se encuentran en dulces, productos horneados, gaseosas, comida rápida;
- poca actividad física o su ausencia total;
- estrés constante, hábito de “comer” cada problema;
- cansancio crónico;
- falta de sueño;
- herencia.
En la mayoría de los casos, la obesidad es consecuencia de varios de estos factores, que están estrechamente interrelacionados.
Síntomas
Los doctores diagnostican la obesidad mórbida principalmente por los índices de IMC y los resultados de varios diagnósticos de laboratorio (lipidograma, análisis de hormonas, etc.). Esta enfermedad se manifiesta con los siguientes síntomas y señales:
- aumento patológico de peso e IMC en comparación con los valores normales en varias veces;
- abandono de la actividad física por problemas de movilidad;
- sudoración excesiva;
- disnea;
- diagnóstico de distintos problemas vinculados con el funcionamiento de los órganos internos;
- problemas psicológicos, provocados por complejos internos por la apariencia, restricción en la comunicación;
- adicción enfermiza a la comida, aumento constante de la frecuencia de las comidas y el volumen de los alimentos;
- enfermedades relacionadas con la esfera reproductiva.
Para controlar el peso de forma independiente, debe saber calcular el índice de masa según la fórmula: I (índice) = m (peso en kg) / h2 (altura en m). Si el resultado obtenido supera los 40, este es el principal síntoma de obesidad mórbida. Aunque puede haber excepciones a esta regla. Este índice puede tenerlo un fisicoculturista. Sin embargo, no indica exceso de grasa en el organismo, sino masa muscular desarrollada.
Tratamiento
Hay quienes opinan que el único tratamiento eficaz para la obesidad mórbida es la intervención quirúrgica. En efecto, a primera vista puede parecer que con un peso de 150 kg o más, ninguna dieta o máquina de ejercicios serán útiles. Sin embargo, este es un enfoque radicalmente erróneo. Un médico competente recomendará exactamente la solución integral al problema y, si no hay un riesgo evidente para la vida, intentará en primera instancia evitar la operación. La cuestión es con qué frecuencia funciona esto.
Alimentación
Sin una nutrición normalizada, cualquier operación solo dará un efecto temporal. El paciente debe trabajar con un nutricionista profesional que lo ayude a planificar un menú para cada día según sus características individuales. Dar recomendaciones generales es difícil, porque la dieta de las personas que pesan 130 y 200 kg será radicalmente diferente. Pero los principios básicos de una alimentación saludable deben ser la norma para todos:
- excluir los alimentos nocivos de la dieta: alimentos grasos, dulces, kétchup, mayonesa, ahumados, papas fritas, alcohol, gaseosas, azúcar, harinas, muy salados;
- el menú debe ser equilibrado, es decir, debe incluir proteínas, grasas y carbohidratos;
- las comidas deben ser 5 o 6 por día;
- es mejor desayunar productos con carbohidratos (cereales, pastas) y en la segunda mitad del día, productos con proteínas (carnes magras, pescados, huevos);
- la dieta debe incluir obligatoriamente frutas frescas y verduras en cantidad suficiente;
- beber abundantemente;
- de las bebidas, preferir té verde sin azúcar, jugos de frutas y verduras recién exprimidos;
- el consumo diario de calorías no debe superar las 1600;
- se recomienda organizar días de descarga 2 veces al mes (y para algunos 1 vez a la semana).
Menú para una dieta estricta
Menú para una dieta blanda
Opciones de días de descarga:
- lácteo: se permite comer hasta 1,5 kg de productos lácteos por día, con un contenido graso de no más del 1,5 %;
- manzana: 1,5 kg de frutas;
- vegetal: 1 kg de verduras del mismo tipo.
Sin las demás formas de tratamiento, las dietas pueden resultar absolutamente inútiles.
Medidas adicionales
Es muy difícil cambiar el estilo de vida a las personas con obesidad mórbida. Esto se debe, en primer lugar, a sus complejos internos. Antes pasaban la mayor parte del tiempo libre sentados en su sofá preferido y ahora tienen que levantarse y salir al mundo. Y como todos sabemos, en la sociedad se condena esta constitución corporal. Y aún así, no se puede prescindir del deporte y las caminatas elementales. Al menos, hay que intentar iniciar el camino del cambio:
- hacer ejercicios de calentamiento por la mañana;
- practicar natación con control constante del pulso y la presión arterial;
- caminar lo más posible, abandonando el automóvil;
- dormir al menos 8 horas;
- ventilar constantemente los ambientes;
- tratar los estados de estrés;
- abandonar los hábitos nocivos.
En esta etapa, los pacientes trabajan