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Obesidad mórbida: 5 tratamientos para combatir la enfermedad y sus consecuencias

  • Qué es esta enfermedad
  • Causas
  • Síntomas
  • Tratamiento
  • Complicaciones
  • Prevención
  • Casos especiales

Según la OMS, el sobrepeso está clasificado en 3 grados. El último y, por lo tanto, el más peligroso es la obesidad mórbida. Una persona con este diagnóstico tiene una movilidad muy limitada, sufre una serie de enfermedades concomitantes, entre las que se pueden encontrar algunas mortales. Incluso la cirugía dificulta el restablecimiento de la patología. Es muy importante que todas las personas que forman parte del grupo de riesgo comprendan de qué se trata y cómo evitar una afección similar, ocupándose oportunamente de su prevención.

¿Qué es esta enfermedad?

Según los datos médicos, la obesidad mórbida es una afección en la cual la masa corporal excede su índice normal en más de 45 kg. El valor absoluto es: IMC > 40. Esto está lejos de ser una imperfección estética, sino una patología grave que amenaza no solo la salud sino también la vida de una persona.

La afección implica la proliferación de la capa subcutánea debido al aumento del tejido adiposo en diferentes partes del cuerpo. Su forma puede parecerse a una pera o manzana con pliegues desagradables a la vista.

Según las estadísticas, la obesidad de tipo mórbida se diagnostica en más del 5 % de los adultos en los países desarrollados. El líder en estas cifras son los Estados Unidos.

Origen del nombre. El término “mórbido” se remonta a la palabra latina “morbus”, que se traduce como “enfermedad”. Este hecho demuestra una vez más que esta patología no se relaciona con problemas estéticos, sino que es una enfermedad grave.

Causas

Hace poco tiempo, la obesidad mórbida se consideraba una enfermedad genética. Sin embargo, en los últimos tiempos, la vinculación con la herencia ha disminuido. La inactividad física y una nutrición inadecuada se han convertido en los factores principales. Y estas no son todas las causas del aumento de peso patológico. También podrían estar relacionados con:

  • un número de calorías consumidas que es mucho mayor que el número de calorías que se gastan;
  • enfermedades del páncreas o del hígado;
  • consumo de grandes cantidades de carbohidratos de fácil absorción, que se encuentran en dulces, productos horneados, refrescos, comida rápida;
  • actividad física mínima o ausencia total de ella;
  • estrés constante, hábito de “comerse” cada problema;
  • fatiga crónica;
  • falta de sueño;
  • herencia.

En la mayoría de los casos, la obesidad es consecuencia de varios de estos factores, que están estrechamente relacionados entre sí.

Síntomas

Los médicos diagnostican la obesidad mórbida principalmente según los índices de IMC y los resultados de varios diagnósticos de laboratorio (lipidograma, análisis de hormonas, etc.). Se habla de esta enfermedad cuando se presentan los siguientes síntomas y señales:

  • aumento patológico de peso e IMC en comparación con las cifras normales en varias ocasiones;
  • rechazo a la actividad física debido a problemas para moverse;
  • aumento de sudoración;
  • dificultad para respirar;
  • diagnóstico de varios problemas relacionados con el funcionamiento de los órganos internos;
  • problemas psicológicos ocasionados por complejos internos debido a la apariencia, limitaciones en las interacciones;
  • adicción malsana a la comida, aumento constante de la frecuencia de las comidas y del volumen de alimentos;
  • enfermedades relacionadas con el sistema reproductivo.

Para controlar el peso por cuenta propia, se debe poder calcular el índice de masa mediante la fórmula: I (índice) = m (peso en kg) / h2 (altura en m). Si el resultado obtenido es superior a 40, este es el síntoma principal de obesidad mórbida. Aunque puede haber excepciones a esta regla. Este índice puede estar presente en físico culturistas. Sin embargo, no indica un exceso de grasa en el cuerpo, sino una masa muscular aumentada.

Tratamiento

Existe la opinión de que el único tratamiento eficaz para la obesidad mórbida es la cirugía. De hecho, a primera vista, puede parecer que con un peso de 150 kg o más, ninguna dieta o máquina de ejercicio ayudaría. Sin embargo, este es un enfoque totalmente erróneo. Un médico competente recomendará una solución integral para el problema y, si no hay una amenaza evidente para la vida, intentará evitar una operación en las primeras etapas. La cuestión es con qué frecuencia funciona.

Nutrición

Sin una normalización de la nutrición, cualquier operación solo tendrá un efecto temporal. El paciente debe trabajar con un nutricionista profesional que lo ayudará a diseñar un menú para cada día de acuerdo con sus características individuales. Es difícil dar recomendaciones generales, ya que la dieta de las personas que pesan 130 kg y 200 kg será radicalmente diferente. Pero los principios básicos de una alimentación saludable deben convertirse en la norma para todos:

  • eliminar los alimentos nocivos de la dieta: alimentos grasos, dulces, salsa de tomate, mayonesa, ahumados, papas fritas, alcohol, bebidas gaseosas, azúcar, productos de harina, alimentos muy salados;
  • el menú debe ser equilibrado, es decir, debe incluir proteínas, grasas y carbohidratos;
  • debe haber 5 a 6 comidas al día;
  • es mejor comer productos con carbohidratos (cereales, pasta) para el desayuno y proteínas (carnes magras, pescado, huevos) en la segunda mitad del día;
  • la dieta debe incluir necesariamente frutas y verduras frescas en cantidad suficiente;
  • consumir abundante líquido;
  • de las bebidas, dar preferencia al té verde sin azúcar, a los jugos de frutas y verduras recién exprimidos;
  • el consumo diario de calorías no debe exceder las 1600;
  • se recomienda organizar días de ayuno 2 veces al mes (y para algunos, 1 vez a la semana).

Menú para una dieta estricta

Menú para una dieta moderada

Opciones de días de ayuno:

  • día de lácteos: se permite comer hasta 1,5 kg de productos lácteos por día, cuyo contenido de grasa no exceda el 1,5 %;
  • día de manzanas: 1,5 kg de fruta;
  • día de verduras: 1 kg de verduras del mismo tipo.

Sin otros métodos de tratamiento, las dietas pueden resultar completamente inútiles.

Medidas adicionales

Es muy difícil para las personas que padecen de obesidad mórbida cambiar su estilo de vida. Esto se debe principalmente a sus complejos internos. Antes pasaban la mayor parte de su tiempo libre sentados en su sofá favorito, y ahora tienen que levantarse y salir a la calle. Y como se sabe, la sociedad condena esta complexión física. Y, aun así, no se puede prescindir del deporte y las caminatas elementales. Al menos se debe intentar encaminarse hacia el cambio:

  • hacer ejercicios de estiramiento
  • yoga;
  • pilates;
  • natación (si no hay contraindicaciones);
  • gimnasio con la ayuda de un entrenador personal;
  • fitness en grupo (bajo la guía de
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