El VPH afecta al 90% de las personas. Se conocen unos 170 tipos distintos. Algunos tipos provocan verrugas, papilomas y condilomas en la piel. Lo peligroso del virus del papiloma humano (VPH) no son sus manifestaciones externas sino su capacidad de atacar los núcleos de las células.
El peligro del virus del papiloma en el organismo
Lo peligroso de esta enfermedad es que una vez que este patógeno entra en el organismo, puede permanecer latente durante décadas sin manifestarse de ninguna manera. El factor principal que desencadena la activación de la infección es la disminución de la inmunidad. La infección entra en los núcleos de las células sanas del tejido epitelial, donde se concentran las moléculas de ADN. El virus se integra en el núcleo de la célula y ordena la división rápida. La reacción a este tipo de infección hace que las nuevas células no maduren ni cumplan con sus funciones protectoras. En el caso de que el portador tenga predisposición para ello, estas nuevas formaciones producen proteínas oncogénicas. El grado de peligrosidad del virus del papiloma humano (VPH) para una persona varía según el sexo.
En los hombres
La infección rara vez se activa en el cuerpo masculino. La mayoría de los tumores que aparecen son benignos y tienen baja oncogénesis. Su localización preferente es el sistema urogenital, la ingle y el ano, así como la mucosa de la boca. Con menor frecuencia en la espalda, el tórax, el cuello, la cara, los pliegues articulares, los pies y las manos.
Los papilomas se pueden extirpar fácilmente mediante métodos quirúrgicos o mecánicos. El desarrollo de la enfermedad provoca la aparición de condilomas en el pene y los testículos, que posteriormente pueden supurar.
Cualquier protuberancia en los órganos genitales es motivo de consulta con un médico. Los siguientes tipos de VPH son peligrosos para los hombres:
– El virus de la cepa 16 altera las estructuras mucosas y epiteliales, formando placas en el pene.
– Los virus de las cepas 31, 33 y 35 provocan varios tipos de papulosis: protuberancias en todo el cuerpo, no solo en la ingle.
– El virus del papiloma humano (VPH) de la cepa 51 provoca el crecimiento de numerosos condilomas en los órganos genitales y en el ano (condilomatosis). A menudo se acompaña de neoplasia anal, clamidiasis y micoplasmosis.
– El virus del papiloma humano (VPH) de la cepa 52 presenta síntomas peligrosos: fiebre, escalofríos, debilidad, erupciones herpéticas y posterior desarrollo de protuberancias. Si el sistema inmunitario está deprimido, pero no a causa del VPH, se desarrolla cáncer, incluido cáncer de intestino.
En las mujeres
Las mujeres suelen presentar el VPH con mayor frecuencia y con síntomas más intensos que los hombres. El cuerpo femenino es más susceptible al estrés, los cambios hormonales (durante la menstruación, la ovulación, el embarazo y la lactancia) y la disminución de la inmunidad. Las verrugas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, crecen rápidamente y tienen un color intenso. La mayoría de estas nuevas formaciones no representan un peligro para la salud y son síntomas de papilomatosis.
Pueden provocar molestias o dolor si se dañan accidentalmente.
Los virus que se incluyen en el grupo A-9 son los que representan la mayor amenaza para la salud de las mujeres, ya que provocan cáncer. Las variedades de infección que afectan al sistema urogenital de los hombres son: 16, 18, 31, 33, 39, 51, 52, 56, 58 y 59. En las mujeres, además de los órganos genitales externos y el ano, el cuello uterino también está en riesgo.
Los tipos más peligrosos
Según su nivel de riesgo oncológico, los tipos más peligrosos de VPH son:
Número | Periodo de incubación | Signos externos |
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16 | Puede permanecer latente hasta 20 años |
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18 | Aparece con mayor frecuencia en el primer año |
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La enfermedad se desarrolla rápidamente y puede transcurrir sin síntomas hasta etapas avanzadas, cuando el tratamiento ya no es eficaz. El contagio se produce:
– Durante una relación sexual; el uso de anticonceptivos de barrera no protege contra la infección viral.
– A través de artículos domésticos y ropa.
– Por contacto.
– Transmisión de una madre infectada con el virus a su hijo recién nacido cuando este pasa por el canal de parto.
Características del diagnóstico de cepas peligrosas de VPH
El primer paso es un examen visual realizado por un médico, una colposcopia, para detectar formaciones sospechosas. Si no hay protuberancias visibles, la superficie de la piel debe tratarse con ácido acético (3%), después de lo cual aparecerán pequeños papilomas.
Métodos de diagnóstico preciso del peligro del virus:
– Biopsia, estudio histológico: detección de marcadores oncológicos específicos en los tejidos o en el papiloma extirpado.
– Análisis citológico, reacción en cadena de la polimerasa (PCR): confirma la infección del organismo. Mediante el estudio del ADN se identifica la cepa específica. Para realizar el análisis en ginecología, se toma un frotis de los órganos genitales de la mujer.
– Prueba de Digene: detecta 8 tipos de VPH oncogénicos.
Según los resultados de los análisis y el examen, el médico emitirá un diagnóstico preciso y prescribirá el tratamiento adecuado.
Pronóstico de la evolución de la enfermedad
No existe una vacuna universal. Para combatir la infección se utiliza un complejo de medidas:
– Extirpación de formaciones que puedan provocar complicaciones: que se lesionen con frecuencia y sangren.
– Administración de medicamentos antivirales.
– Administración de medicamentos inmunomoduladores y vitaminas.
El resultado del tratamiento es la estimulación de la resistencia del organismo, la inhibición del virus y su latencia. Con una inmunidad fuerte y precauciones, la enfermedad puede no manifestarse durante toda la vida. La detección temprana de la enfermedad se puede lograr mediante un examen médico periódico, un autoexamen regular y la observación de cualquier formación en la piel.
Las investigaciones sobre los tipos más peligrosos de VPH han permitido a los científicos crear vacunas experimentales contra las cepas 16 y 18. En Estados Unidos y algunos países europeos, las vacunas basadas en estas cepas son obligatorias para las niñas desde una edad temprana (de 5 a 12 años) como profilaxis contra el cáncer de cuello uterino. En Rusia, esta vacunación no es obligatoria y no hay información sobre la posibilidad de su introducción.