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Cómo se cae una verruga y qué hacer tras su caída

Las verrugas son crecimientos benignos que aparecen en la superficie de la piel y son causados por el virus del papiloma humano. Estas lesiones pueden presentar el tamaño, la forma y el color más variados y pueden ser convexas, lo que implica el riesgo de sufrir daños. Si la verruga se desprende, el paciente debe consultar a un dermatólogo u oncodermatólogo de inmediato.

La verruga se ha desprendido y qué hacer con ella

Síntomas de la muerte de una verruga

Tras una terapia combinada y la supresión de la reproducción del virus del papiloma, el crecimiento comienza a morir gradualmente. Un momento clave es el secado de las raíces.

El proceso de muerte de una verruga presenta los siguientes indicios y síntomas clínicos:

  • La protuberancia adquiere un color gris oscuro o negruzco desde fuera, lo que denota la destrucción de la formación y la desconexión de las estructuras vasculares;
  • Puede aparecer un ligero picor en los tejidos circundantes debido a la actividad del sistema inmunitario y a la cicatrización de la superficie de la herida tras el daño de la zona infectada por el VPH;
  • La formación puede volverse convexa debido a la sustitución de la zona infectada por tejido cicatricial y conectivo;
  • La piel alrededor de la protuberancia puede enrojecerse y presentar inflamación, pero no debe haber dolor ni molestias.

Los síntomas de una muerte segura son la desecación espontánea, que provoca la caída de la verruga. Puede observarse cuando se corrige el estado inmunológico y se activan las defensas del organismo.

Si se presentan manifestaciones atípicas en las formaciones cutáneas, se recomienda acudir al médico para prevenir consecuencias y complicaciones negativas.

¿Es peligroso?

Si la formación se daña (se desprende, se arranca o se rasca), o si se intenta cortar o limar la protuberancia (en la planta del pie o en el codo) de forma intencionada, se pueden producir complicaciones peligrosas.

Si hay sangrado, existe el riesgo de propagación de la infección desde el exterior (la verruga se seca, pero se acumula pus bajo su corteza). La propagación de partículas virales a las zonas circundantes de la piel provoca que crezcan nuevas protuberancias.

Solo es posible desprender la parte superior, mientras que la raíz permanece en las capas profundas de la epidermis, lo que provoca un crecimiento secundario de verrugas.

Qué hacer si se desprende una verruga

Si la formación se desprende de forma parcial o total, no hay que intentar desprenderla del todo ni retirar fragmentos de la zona afectada por uno mismo.

Si el elemento se desprende completamente, se recomienda seguir el siguiente plan de acción:

  • Colocar la parte desprendida en solución salina de cloruro de sodio o en agua con sal (una cucharadita de sal común por litro de agua). El médico enviará el material para su análisis;
  • Tratar la herida con soluciones desinfectantes y aplicar un vendaje estéril;
  • Acudir a un centro médico para recibir asistencia especializada.

Si la protuberancia no se desprende completamente, hay que:

  • No intentar desprender la verruga del todo debido a posibles consecuencias imprevistas (sangrado, daño a la raíz de la protuberancia, propagación del VPH);
  • Aplicar un vendaje para prevenir más traumatismos e infección;
  • Si se presentan síntomas concomitantes (dolor, sangrado, inflamación), no tomar medidas para eliminarla por uno mismo y acudir al médico de inmediato.

Primeros auxilios en caso de daño a la protuberancia

Para proporcionar primeros auxilios en caso de desprendimiento o rotura incompleta de una verruga con síntomas clínicos acusados, hay que llevar a cabo las siguientes acciones:

  • Tratar la zona afectada con antisépticos tópicos (clorhexidina, miramistina) o peróxido de hidrógeno. En caso de hemorragia, empapar un algodón, presionarlo firmemente contra la herida y, si es necesario, cambiarlo varias veces hasta que el sangrado cese por completo;
  • Si no hay antisépticos, diluir agua y alcohol a partes iguales. El alcohol puro es un medio agresivo para una verruga; el efecto cauterizante no es deseable en este caso;
  • Tras detener la hemorragia, hay que proteger la superficie de la herida de factores externos pegando un apósito bactericida que no sea de tela o aplicando un vendaje de gasa.

Métodos para eliminar una protuberancia dañada

La extirpación quirúrgica se realiza en caso de protuberancias extensas o si se sospecha o confirma la existencia de procesos malignos mediante análisis. El método es traumático, doloroso y se realiza con anestesia local. El posoperatorio depende del tamaño del elemento extirpado y de las características regenerativas de la piel, y suele oscilar entre 14 y 30 días. Los métodos modernos para eliminar verrugas dañadas implican el uso de técnicas de hardware que se caracterizan por su efecto rápido, su menor invasividad y sus mínimas contraindicaciones.

El período de recuperación dura entre 7 y 14 días y, tras su uso, no quedan cicatrices:

  • La coagulación láser permite eliminar las raíces profundas de las verrugas y no deja marcas en forma de cicatrices;
  • Criodestrucción con nitrógeno líquido: las temperaturas extremadamente bajas necrosan la protuberancia, que se desprende por sí sola tras el procedimiento;
  • Diatermoelectrocoagulación: la extirpación con un asa eléctrica elimina las formaciones en zonas de difícil acceso;
  • Método de ondas de radio: el elemento se cauteriza bajo la influencia del campo de ondas de radio y los tejidos sanos circundantes no se ven afectados por el proceso terapéutico;
  • Cauterización con ácidos: cauterización puntual con sustancias agresivas.

Tras la eliminación, se realiza una terapia con medicamentos inmunomoduladores para prevenir la reaparición de la papilomatosis.

Posibles consecuencias de la autoeliminación de verrugas

Los intentos de eliminar una verruga por uno mismo pueden provocar graves complicaciones y consecuencias negativas para la formación cutánea. Antes de intentar cauterizar las formaciones con celidonia en casa o con remedios populares, hay que consultar a un especialista. El resultado puede ser desastroso:

  • Sangrado debido a daños en el vaso al que está unida la protuberancia. La formación tiene un rico riego sanguíneo y puede sangrar durante mucho tiempo (tipo rojo de papilomas). El riesgo de penetración del VPH en el torrente sanguíneo y las zonas circundantes de la piel aumenta significativamente, y las nuevas recurrencias de la patología son inevitables;
  • Riesgo de sobreinfección con la formación de complicaciones piógenas (heridas purulentas, abscesos, supuración de tejidos blandos);
  • En el lugar de la protuberancia desprendida, se forma una cicatriz o cicatriz queloide (tipo de cicatrización convexa con deformación externa de la piel).

Independientemente de si el desprendimiento de la verruga se ha producido de forma accidental o intencionada, hay que prestar primeros auxilios y acudir de inmediato al médico, que podrá resolver el problema, prevenir la infección de la herida y el desarrollo de complicaciones graves.

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