¡La guerra de las salsas ha comenzado!
Normalmente, cuando alguien decide perder peso, lo primero que elimina de su dieta es la mayonesa, ya que es una salsa con alto contenido en grasas. El kétchup puede parecer una alternativa menos calórica y más saludable. Vamos a ver si esto es así.
Ingredientes del kétchup y la mayonesa
Todos los kétchups se elaboran con tomates frescos, pasta o puré de tomate, sal, azúcar y especias. Pueden incluir trocitos de setas, frutos secos y aceite vegetal. Pero cuanto menor es el contenido en tomates y mayor la cantidad de aditivos, menor es su categoría.
Por ejemplo, el kétchup de categoría “Extra” contiene un mínimo del 12 % de extracto seco soluble de tomate y no contiene colorantes, espesantes ni potenciadores del sabor. Por su parte, las salsas de primera y segunda categoría pueden contener solo un 6 % y un 4,5 % de extracto de tomate. Además, pueden incluir aditivos alimentarios para mejorar su aspecto y consistencia.
La mayonesa se elabora a base de aceite vegetal refinado y desodorizado (generalmente, aceite de girasol), yema de huevo, sal, azúcar, mostaza en polvo o aceite. El producto también puede incluir leche en polvo, ácidos alimentarios, espesantes y estabilizadores, antioxidantes y vitaminas.
A diferencia de los kétchups, las mayonesas no se clasifican por categorías. Esto implica que cualquier producto puede incluir tantos aditivos alimentarios como se permita para incorporarlos en los alimentos.
No obstante, los aditivos alimentarios no son sustancias nocivas. Son sustancias seguras y estudiadas que mejoran el aspecto, el aroma y la consistencia de los alimentos y, además, prolongan su vida útil. Por lo tanto, no hay que temer a los códigos E.
Valor energético de la mayonesa y el kétchup
Como la composición de las salsas puede variar mucho, es necesario buscar el valor energético específico del producto en el envase. Comparemos los valores medios que proporciona el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Kétchup | Mayonesa | |
Valor energético, kcal | 101 | 680 |
Cantidad de proteínas, g por 100 g de producto | 1 | 0,9 |
Cantidad de grasas, g por 100 g de producto | 0,1 | 74,8 |
Cantidad de carbohidratos, g por 100 g de producto | 27,4 | 0,5 |
La mayonesa contiene seis veces más calorías que el kétchup. Además, tiene un contenido muy alto en grasas. Este macronutriente no es malo; de hecho, es necesario para la salud. Lo importante es no abusar.
Para evitar el aumento de peso, lo mejor es limitar el consumo de grasas a un 30 % de la ingesta calórica total diaria. Esta recomendación procede de la Organización Mundial de la Salud.
Si tomamos un valor medio de 2500 kcal diarias, las grasas representarían 750 kcal. Y si convertimos esto en gramos, teniendo en cuenta que 1 g de grasa = 9 kcal, daría un total de 83 g de grasa.
Una cucharada de mayonesa contiene unos 10 g de grasa. Si la añades a todas las comidas y, además, consumes grasas de la carne, los subproductos y los alimentos dulces, puedes superar fácilmente la norma.
El kétchup prácticamente no contiene grasas. Pero contiene bastante azúcar: unos 21 g por cada 100 g de producto. Y este es otro componente alimenticio que es mejor limitar.
Los expertos de la OMS recomiendan reducir el azúcar añadido al 10 % de la dieta, o mejor aún, al 5 %. Si se consumen unas 2500 kcal diarias, no se deberían consumir más de 125-250 kcal de azúcar. Esto equivale a entre 32 y 64 g.
Una cucharada de kétchup aporta unos 3,6 g de azúcar. Por supuesto, no es mucho. Es poco probable superar la norma solo con kétchup. Pero si ya se consumen muchos alimentos y bebidas azucarados, una cucharada más de kétchup no mejorará la salubridad de la dieta.
¿Contienen las mayonesas y los kétchups sustancias beneficiosas?
El kétchup, al igual que los tomates frescos, contiene betacaroteno y vitamina C. Estas vitaminas actúan como antioxidantes. Es decir, ayudan al organismo a eliminar las formas libres de oxígeno que pueden dañar las células.
Es cierto que la cantidad de estas vitaminas en el kétchup es menor que en los tomates frescos. 100 g de salsa de tomate solo contienen unos 4 mg de vitamina C y 527 unidades internacionales de vitamina A, mientras que 100 g de tomate contienen 13,7 mg y 833 UI. Además, no cuesta nada comerse un tomate de 100 g, pero no todo el mundo está dispuesto a consumir la misma cantidad de kétchup.
No obstante, la salsa contiene una gran cantidad de licopeno, otro antioxidante que puede proteger las células de los daños. El contacto con la grasa ayuda al organismo a absorber mejor el licopeno y, como al kétchup se le añade aceite vegetal, es probable que se obtengan más antioxidantes en la salsa que en las verduras frescas. Por ejemplo, 100 g de tomates frescos contienen aproximadamente la misma cantidad de licopeno que una cucharada de kétchup.
En cuanto a la mayonesa, una cucharada del producto contiene unos 0,4 mg de alfa-tocoferol, una forma de vitamina E. También es un antioxidante que protege las células de los radicales libres y participa en la regulación de la respuesta inmunitaria del organismo.
No obstante, en personas sanas, la deficiencia manifiesta de alfa-tocoferol es poco frecuente. Incluso quienes consumen poca vitamina E a través de la alimentación no presentan síntomas.
Además, una cucharada de mayonesa