Valentina Pávlovna Lavrova (nacida en 1942) es una persona muy interesante con un destino difícil. Los que han asistido a sus conferencias hablan de ella con entusiasmo, aunque al principio, muchos la dudan, pues se autoproclama contacto del mundo exterior. Tiene estudios superiores, técnicos. Trabajó durante muchos años en el campo de la investigación y el desarrollo. Es escritora e investigadora, con una inclinación hacia la filosofía, la sociología y las ciencias políticas. Su obra capital es “Las claves de los secretos de la vida”.
En esta voluminosa obra (7 libros), solo hay unas pocas páginas dedicadas a la técnica del ayuno seco en cascada, practicada por la propia Valentina Pávlovna. A pesar de ello, se ha popularizado y cuenta con un amplio grupo de seguidores, tanto entre gente corriente como entre especialistas.
La base del método
En primer lugar, el ayuno según Lavrova es seco, es decir, implica la renuncia total al agua. Es más, no solo está prohibido beber agua, sino también realizar cualquier procedimiento con ella. Lavarse las manos, ducharse, bañarse, remojarse, lavar los platos, cepillarse los dientes, enjuagarse la boca o la garganta, hacer gárgaras, incluso mojarse bajo la lluvia son acciones prohibidas. Cualquier interacción con el agua se considera una violación grave de las reglas de la técnica.
En segundo lugar, el ayuno seco según Lavrova es “en cascada”, puesto que implica pasar por toda una secuencia de ciclos alternativos de abstinencia de alimentos y agua y de descanso con una trayectoria progresiva. Esta es la principal ventaja de la técnica, ya que permite comenzar con el esquema 1-1 y pasar a la siguiente etapa (= cascada) solo cuando el cuerpo esté completamente adaptado a la anterior. Esto minimiza el estrés y no daña el funcionamiento de los órganos.
En total se proponen 5 esquemas: de 1-1 a 5-5. Las cascadas no tienen un límite temporal, se puede permanecer en cada una todo el tiempo que resulte cómodo. Lo importante es que el cuerpo se adapte y esté preparado para pasar a la siguiente etapa.
Indicaciones y contraindicaciones
Lavrova dedicó gran atención a esta cuestión. Según ella, el ayuno que propone está destinado al tratamiento de diversas enfermedades y a la mejora del estado general de salud. La pérdida de peso que pueda derivarse de ello es solo un efecto secundario. En este sentido, en su obra detalla los estados y patologías en los que recomienda aplicar esta técnica y en los que no es aconsejable hacerlo.
Indicaciones:
- Adenomas
- Ateroesclerosis
- Infertilidad
- Asma bronquial
- Esquizofrenia de curso lento
- Gastritis, gastroduodenitis
- Hipertensión, distonía, isquemia
- Reacciones cutáneas alérgicas, atrofia y ulceración de tejidos
- Depresión, estrés, crisis emocionales
- Obesidad
- Osteoartritis, osteocondrosis, reuma
- Falta de respuesta al tratamiento farmacológico
- Sarcoidosis
- Colecistitis, pancreatitis, enteritis, colitis
Enfermedades en cuyo transcurso no está contraindicado, pero las consecuencias pueden ser imprevisibles, por lo que durante todo el experimento se requiere un seguimiento médico constante:
- Anemia
- Várices
- Edad temprana (hasta 14 años) y avanzada (más de 70 años)
- Helmintiasis
- Cálculos en la vesícula biliar
- Conjunto de enfermedades infecciosas
- Análisis de orina deficientes
- Gota
- Úlcera de estómago y duodenal
Contraindicaciones:
- Anorexia, raquitismo, bajo peso
- Embarazo, lactancia
- Patologías del hígado y los riñones
- Enfermedades purulentas, focos de inflamación en el organismo
- Taquicardia
- Insuficiencia circulatoria, trombosis, tromboflebitis, mala coagulación sanguínea
- Oncología
- Diabetes
- Tirotoxicosis, hipo e hipertiroidismo, acromegalia
- Tuberculosis en fase activa
No obstante, Lavrova señala que estas listas tienen un carácter convencional, ya que los organismos de diferentes personas reaccionan de forma diferente al ayuno seco. En este sentido, recomendaba encarecidamente consultar primero con un médico en caso de padecer alguna enfermedad o dolencia, para aclarar si es conveniente o no llevar a cabo esta técnica en el estado de salud actual.
Etapa preparatoria
Incluso un ayuno de un día requiere una preparación cuidadosa. Es necesario minimizar el estrés al que se va a someter el organismo, lo que permitirá aguantar el máximo tiempo posible sin consecuencias para la salud.
- Realizarse un reconocimiento médico para determinar si hay contraindicaciones. Obtener permiso por escrito de un médico.
- Dos semanas antes del ayuno, comenzar a seguir las listas de productos permitidos y prohibidos elaboradas por Lavrova (se muestran más abajo).
- Para mejorar los resultados, Valentina Pávlovna recomienda pasar a una dieta vegetariana una semana antes del ayuno y continuarla durante los días de descanso.
- Elaborar un horario que resulte cómodo, llevar un diario para anotar el bienestar y los resultados.
- A las 17:00 horas, realizar la última comida del día.
- 18:00 horas: beber abundante agua (cuanta se desee). Puede ser agua del grifo o agua con limón o miel. Este momento se considera el punto de partida. El primer día de ayuno finalizará al día siguiente a las 18:00 horas. La salida también debe realizarse en este momento.
Lavrova recomienda dejar de fumar dos o tres semanas antes del inicio e ir incorporando gradualmente un estilo de vida saludable. Los hábitos nocivos, las jornadas laborales de 14 horas, las crisis nerviosas continuas, la falta de rutina y régimen de sueño son incompatibles con esta técnica.
Cascadas
Primera
Esquema: 1 día de ayuno – 1 día de descanso.
La cascada de un día de ayuno según Lavrova es una de las más populares entre los que quieren perder peso. No cura enfermedades graves, pero puede limpiar el organismo y poner en marcha el proceso de control de peso.
Esta cascada se puede realizar durante el tiempo que se desee. Si no se está seguro de estar preparado para pasar a la siguiente etapa, se puede permanecer en ésta durante un mes completo.
Para lograr la máxima efectividad, se recomienda seguir una dieta vegetariana los días de descanso. Y lo más importante: beber abundante agua.
Segunda
Esquema: 2 días de ayuno – 2 días de descanso.
Se puede pasar a esta cascada en caso de que la de un día ya resulte fácil (si no se siente tanta sed y hambre como antes y no hay mareos ni náuseas). Por lo general, esto ocurre después de un mes de entrenamiento.
Se tolera mucho peor que la de un día y requiere un periodo de adaptación más largo. En este caso, se permiten pausas entre las cascadas (los llamados periodos de transición), pero no más de dos días. Así pues, lo más conveniente es ayunar durante dos días, alimentarse con comida vegetal durante otros dos y pasar a una dieta normal otros dos días.
Tercera
Esquema: 3 días de ayuno – 3 días de descanso.
Los especialistas recomiendan a los principiantes pasar a esta cascada solo cuando lleven un mes y medio o dos practicando la segunda y hayan logrado ciertos éxitos. Es necesario librarse de los posibles efectos secundarios desagradables y sentirse bien incluso en los días de ayuno.
A partir de esta