- Por qué es necesario hacerlo
- Opiniones
- Contraindicaciones
- Recomendaciones
- Nutrición
- Procedimientos
- Medicamentos
- Hierbas
- Recetas caseras
- Otras opciones
Todos sabemos que es necesario hacer enemas y tomar laxantes para limpiar el intestino, someterse a goteros para limpiar la sangre y beber expectorantes y mucolíticos para limpiar los pulmones. Cada órgano tiene sus propios métodos.
Sin embargo, pocas personas creen necesaria la limpieza del sistema linfático para el funcionamiento normal del organismo, ya que rara vez da problemas. Este líquido intersticial es como un ser invisible: casi nunca se hace notar, pero cuando se contamina puede afectar seriamente a la salud. Por tanto, es necesario aprender a eliminar los “desechos” que se acumulan en este sistema durante años.
¿Por qué es necesario hacerlo?
Si recordamos las lecciones de anatomía, todas las sustancias que lleva la sangre a los órganos pasan primero por una etapa de purificación en los nódulos linfáticos. Allí también se cargan de linfocitos, lo que aumenta la resistencia del cuerpo a los factores dañinos. Es lógico que se acumule mucha basura en estos “filtros”. Si no se elimina a tiempo, la linfa dejará de cumplir totalmente con su función:
- distribuir líquido intersticial, lo que provocará edemas;
- depurarlo, lo que aumentará el riesgo de desarrollar numerosas erupciones en todo el cuerpo;
- regular el metabolismo, cuyo cambio de velocidad puede provocar el exceso de peso;
- fortalecer el sistema inmunitario, lo que puede desembocar en enfermedades frecuentes;
- transportar linfocitos y lípidos.
Entre las consecuencias de la contaminación de la linfa están la celulitis, la pesadez de piernas e incluso la elefantiasis. Y si el torrente sanguíneo tiene una potente bomba, el corazón, que lo mueve incesantemente, aquí la velocidad es mínima, por lo que los capilares linfáticos se atascan de residuos mucho más rápido.
Sin embargo, tras la limpieza, los resultados no tardan en llegar. Ayudará a eliminar (o aliviar la afección de):
- artritis
- artrosis
- tromboflebitis
- muchos problemas ginecológicos
y mejorará las patologías oncológicas.
Hay información que indica que tras la limpieza del sistema linfático se expulsan los cálculos renales y biliares, pero no hay evidencias científicas de ello. Además, algunos especialistas consideran que estas enfermedades son contraindicaciones para tales intervenciones.
Además de prevenir enfermedades, también observarás otras mejorías:
- desaparecerán las manchas de pigmentación, el acné, la descamación e incluso las verrugas de la cara;
- tu tez tendrá un tono más saludable;
- mejorará el estado del cabello y las uñas;
- desaparecerán las alergias;
- disminuirá la hinchazón;
- se normalizará la presión arterial;
- mejorará la digestión;
- perderás peso.
Son las primeras señales de la purificación del sistema linfático. Con el tiempo, observarás otras mejoras. ¿Aún dudas de la necesidad de realizar este procedimiento de forma periódica?
Artículo relacionado: “Purificación de la sangre”
Opiniones
Como el sistema linfático no es algo que afecte directamente a la persona todos los días, es bastante difícil entender cuándo necesita limpieza. Por eso, es mejor utilizar las siguientes indicaciones para llevarla a cabo:
- alergias
- artrosis, artritis, osteocondrosis
- intoxicaciones
- isquemia
- flujo con mal olor de los órganos genitales
- mal aliento, axilas y pies
- obesidad
- hinchazón
- problemas en la piel: erupciones, inflamaciones, acné, verrugas, etc.
- problemas circulatorios (venas varicosas, tromboflebitis)
- problemas digestivos: diarrea, estreñimiento
- aumento de amígdalas y ganglios linfáticos
- infecciones crónicas de los órganos pélvicos (cistitis, endometritis, anexitis)
- enfermedades respiratorias frecuentes
- enfermedades endocrinas: problemas de tiroides
Cada uno de estos síntomas indica un problema en el sistema linfático, que probablemente necesita limpieza. No obstante, la presencia de alguna indicación no es todavía una señal para empezar a realizar el procedimiento