En un nuevo estudio, los investigadores de la Universidad del Sur de Australia compararon el impacto de diferentes actividades en la función cognitiva de los adultos mayores y descubrieron que leer libros contribuye significativamente más a la memoria y el pensamiento que ver televisión.
En el estudio, que fue publicado en la Revista de Gerontología, los investigadores examinaron los hábitos de 397 adultos mayores de 60 años. Encontraron que las actividades que implicaban un esfuerzo mental, como leer, coser o socializar con otras personas, tenían un impacto positivo en la función cognitiva. Por el contrario, ver televisión durante largos períodos se asoció con un deterioro de la memoria y el pensamiento.
Según la Dra. Maddison Mellody, “leer involucra el cerebro y estimula la actividad mental, mientras que ver televisión es menos estimulante”, por lo que cambiar la pantalla por actividades intelectualmente estimulantes podría “mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de demencia”.
Los investigadores señalan que incluso pequeños cambios en el estilo de vida, como cambiar la televisión por leer durante 5 a 10 minutos, pueden tener un impacto positivo en la salud del cerebro. También recomiendan complementar el comportamiento sedentario con actividad física para preservar tanto la salud física como mental.
Por lo tanto, leer libros no solo amplía la imaginación y los horizontes, sino que también es una herramienta poderosa para prevenir el deterioro cognitivo.
Anteriormente, los científicos suecos del Instituto Karolinska descubrieron que en la demencia frontotemporal, el lóbulo frontal del cerebro, responsable de la empatía, funciona de manera diferente.
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