Las manchas de lunares de color rojo no están relacionadas con la infección por VPH. Las manchas rojas son benignas y se conocen como angiomas.
Causas de su aparición
La mayoría de las formaciones en la piel son causadas por infecciones por el virus del papiloma humano, pero este no es el caso. En la formación de lunares rojos, se involucra un grupo de vasos sanguíneos que se llenan de sangre. El tamaño del lunar dependerá de la cantidad de capilares involucrados en la creación de la formación, esto está presente desde la infancia, pero la formación puede ocurrir en personas de cualquier edad.
Las causas de los lunares rojos en el cuerpo son:
- Daños mecánicos: las picaduras de insectos, las grietas y las abrasiones que dañan la integridad de la piel. Los rasguños que afectan a la red capilar son la causa de este problema. El aumento o la pérdida abrupta de peso, que estira la piel en ciertas áreas.
- Cambios en el equilibrio hormonal, causados por el embarazo, la pubertad en los adolescentes y la menopausia. El tratamiento de enfermedades de órganos y sistemas internos con medicamentos hormonales.
- Enfermedades del páncreas y del hígado.
- Metástasis de cáncer en el cuerpo.
En los niños, las siguientes causas provocan la aparición de formaciones rojas:
- Falta de oxígeno en los tejidos de un órgano por razones vasculares.
- Trastornos en la formación del tejido vascular debido a causas genéticas.
Si los angiomas se deben a una peculiaridad genética, en los niños desaparecen antes de los 5 años de edad.
Su localización se produce en áreas de piel fina, donde los vasos sanguíneos son superficiales.
¿Es peligroso?
Los lunares rojos son de naturaleza benigna y no representan un peligro para la salud de quienes los padecen. Si se encuentran en áreas no visibles, no causan problemas. El peligro surge en caso de daño accidental o intencional, surgen los siguientes problemas:
- Inflamación en el angioma con aparición de úlceras y erosiones sangrantes.
- La lesión de formaciones grandes puede causar infección e inflamación con secreción purulenta.
- La lesión provocará sangrado.
Si las formaciones rojas alcanzan un tamaño significativo, se recomienda consultar a un dermatólogo regularmente. La formación de un lunar con un punto rojo en el centro indica obstrucción en los capilares, lo que requiere un tratamiento especial. En caso de picazón, descamación o un aumento repentino del tamaño, es necesario consultar a un médico, ya que son síntomas de alarma que indican el desarrollo de un proceso maligno. Después de examinar el área problemática y realizar pruebas, se prescribe un tratamiento que puede incluir la extirpación.
Cómo distinguirlo de otras formaciones
Por su forma, las formaciones pueden ser convexas o planas, difieren en el grado de profundidad y la presencia de tejido en las capas subcutáneas. Las diferencias dependen de las causas de la aparición, la naturaleza y las formas. Existen los siguientes tipos de lunares:
- Planos, que parecen un lunar desde el exterior, pero con un color rojo.
- Cavernosos: de diferentes tamaños, se elevan sobre la piel. Por su forma, se dividen en: nodulares, cónicos y ramificados.
- Mixtos, formados por células de capilares, tejido muscular y nervioso.
- Combinados, que se encuentran en la superficie y presentan un hundimiento en el tejido.
En la infancia, es imposible clasificar una formación, inicialmente se presenta en el cuerpo solo como una mancha. A medida que la persona crece, adquiere forma y color.
Características de localización y diagnóstico
La aparición de un angioma puede determinarse por la formación de una red de vasos sanguíneos. Luego, se forma un lunar que se diferencia de un nevo solo por su color rojo, forma convexa o nodular. El papiloma tiene una superficie formada por pequeñas protuberancias múltiples.
Las formaciones sanguíneas suelen ser características de la parte superior del cuerpo.
En la cabeza, ocupan el área de la cara y, con menos frecuencia, el área del cuero cabelludo. Afectan a las áreas frontal y posterior del cuello, el pecho y la espalda, la superficie interna de los brazos, los dedos y, en las piernas, la superficie interna del muslo. Rara vez se encuentran en el pie, donde la capa de piel es gruesa. Los angiomas afectados