En los últimos 40 años, la cantidad de personas con sobrepeso en el mundo se ha triplicado. En Rusia, el 62% de los adultos tienen sobrepeso. Sin embargo, muchas personas no consideran al sobrepeso un problema de salud, aunque hace mucho se ha comprobado que el exceso de peso es la base para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades del sistema musculoesquelético, alteraciones en la función reproductiva y algunos tipos de cáncer.
A los 45, un manojo de enfermedades
«Las personas deben comprender el peligro real del sobrepeso y la obesidad —señala el director del Departamento de Endocrinología de la Academia Médica de Educación Superior de Posgrado de Rusia del Ministerio de Salud de Rusia, el profesor Aleksandr Ametov—. Deben comprender la cantidad de enfermedades relacionadas con esto, que llevan a una mortalidad prematura».
El problema es que las consecuencias negativas se acumulan con los años y no aparecen de inmediato. Si en la juventud el organismo intenta arreglárselas y de alguna manera anula el daño producido por el tejido graso, a partir de los 40 o 45 años, esto ya empieza a notarse. El azúcar, la presión y el colesterol aumentan ligeramente. Como consecuencia, a los 50 o 60 años la persona ya tiene un conjunto completo: hipertensión, aterosclerosis, diabetes y dislipidemia (alteraciones del metabolismo de las grasas).
Hasta perder 5 kg ya es bueno
Una pregunta importante: ¿cuánto peso hay que perder para minimizar estos riesgos para la salud?
«Basta con reducir la masa corporal un 5% para obtener algún beneficio positivo en relación con la esperanza de vida —afirma la doctora en ciencias médicas, profesora del Departamento de Endocrinología y Diabetología de la Universidad Médica Estatal Rusa del Ministerio de Salud de Rusia, Tatiana Márkova—. Si una persona pesaba 100 kg y perdió 5 kg, ya ha hecho un aporte a su salud. ¿Y si la pérdida de masa corporal fuera del 15% en una persona con diabetes tipo 2? Devolvemos al paciente a la fase previa al desarrollo de la diabetes. ¿Y qué es la diabetes? Es un mar de medicamentos al instante, una cantidad bastante grande de complicaciones. En la actualidad, no hay duda de que la obesidad es un factor de riesgo de enfermedades oncológicas en primer lugar en las mujeres: cáncer de mama, cáncer de endometrio. Redujimos el peso 15% y también pudimos reducir los riesgos oncológicos.
Nueva terapia
Segunda pregunta: ¿cómo perder peso? Lo ideal es que primero te hagas un reconocimiento, por ejemplo, en el marco de un control de salud. Cualquier adulto puede hacerlo una vez cada tres años, y cada año se realiza un reconocimiento preventivo gratuito. El sobrepeso pocas veces aparece por sí mismo, en general viene acompañado de distintos problemas de salud. Si una persona empieza a perder peso, pueden desarrollarse rápidamente enfermedades y complicaciones. Por lo tanto, si se tiene un sobrepeso importante, es mejor no perder peso por cuenta propia, sino acudir a un médico. Especialmente ahora que los médicos cuentan con enfoques modernos para el tratamiento de la obesidad y la reducción del sobrepeso, que permiten obtener excelentes resultados.
«Esta es la llamada terapia basada en incretinas —explica el profesor Ametov—. Es toda una clase de medicamentos que en un principio se posicionaron como reductores de azúcar, pero ahora se ha descubierto que además de la hemoglobina glucosilada, reducen la presión, disminuyen la grasa dentro del hígado (enfermedad hepática grasa de etiología metabólica), en otros órganos, reducen la presión y la masa corporal. Y como resultado se reduce la probabilidad de aterosclerosis, accidente cerebrovascular e infarto. Es decir, en la versión moderna ya no solo reducimos el azúcar, sino que influimos en los resultados cardiovasculares, en la mortalidad de los pacientes por causas cardiovasculares».
Las incretinas son hormonas que se producen en el intestino en respuesta a la ingesta de alimentos y estimulan la secreción de insulina por las células del páncreas. En la diabetes, la obesidad y la resistencia a la insulina, la producción de incretinas con la ingesta de alimentos disminuye. La producción de una hormona como el péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) es la que más se resiente. Los nuevos medicamentos son análogos de esta hormona humana. El principio activo es la semaglutida. Esta molécula única está presente, por ejemplo, en los medicamentos importados «Ozempic», «Wegovy» y también en el medicamento ruso «Velgia». Sin embargo, la tecnología de su producción es diferente. En Occidente, la molécula se fabrica por medios biotecnológicos, es decir, con ayuda de microorganismos. En Rusia se ha desarrollado una tecnología de síntesis química, que tiene sus ventajas: permite programar el proceso, obtener una sustancia más pura, reducir varias veces la cantidad de impurezas. Los microorganismos dejan tras de sí huellas de actividad vital, que pueden penetrar en el medicamento final y causar consecuencias no deseadas para el paciente. En el caso de la síntesis química de la molécula, esto queda descartado.
Sin dietas agotadoras
Para el tratamiento de la obesidad, la semaglutida se usa específicamente en dosis especiales que permiten lograr una reducción efectiva de peso y al mismo tiempo no agotarse con dietas de hambre.
«En el contexto de la semaglutida, disminuye la necesidad de dulces y grasas —explica la profesora asociada del Departamento de Endocrinología y Diabetología de la Universidad Médica del Estado Ruso del Ministerio de Salud de Rusia, Alevtina Oranskaya—. Pero también necesitamos grasas. Por eso no se trata de una renuncia total. Con ayuda de los medicamentos, regulamos la alimentación, el peso disminuye, la actividad aumenta. El paciente aprende a alimentarse de forma racional, a realizar una actividad física de forma regular y retiramos el medicamento».
Al mismo tiempo, los nuevos medicamentos no solo son fisiológicos (ya que reproducen hormonas humanas), sino también seguros.
«El péptido similar al glucagón-1 (GLP-1) tiene un mecanismo único —continúa Aleksandr Ametov—. Reduce el azúcar dependiente de la glucosa. Es decir, actúa cuando sube la glucosa. En cuanto el azúcar se normaliza, no le hace nada. Así que en este sentido es absolutamente eficaz y seguro. No provoca una disminución de la glucosa brusca. Esto es fundamental. Por lo tanto, «Velgia» y medicamentos similares son medicamentos para tratar la obesidad sin alterar el metabolismo de los carbohidratos».
¿Cómo mantener una masa corporal normal?
Es importante seguir estas sencillas reglas.
Aumentar la actividad física. Está comprobado que 150 minutos de actividad física a la semana (son solo 20 minutos) reducen la probabilidad de enfermedades cardiovasculares en un 30% y los trastornos metabólicos en hasta un 50%. También es una prevención de enfermedades oncológicas. La opción ideal es caminar a paso rápido, en este caso trabaja todo el cuerpo.
