En el mundo de la nutrición, muchas personas intentan ser muy selectivas y solo eligen comer alimentos “saludables”.
Sin embargo, no está del todo claro que todos ellos sean verdaderamente beneficiosos para nuestro cuerpo.
Por eso, a continuación te presentamos siete productos populares que parecen “saludables” pero que pueden tener efectos negativos en nuestra salud y belleza.
Si bien la belleza es algo recuperable, no podemos decir lo mismo de la salud, por eso es muy importante cuidar lo que consumimos, afirma Maria Kapralova.
Zumos envasados y similares
Muchas personas creen que los zumos son una alternativa saludable a las bebidas azucaradas. Sin embargo, los zumos industriales tienen mucha azúcar y aditivos artificiales. Incluso los zumos 100 % naturales suelen carecer de fibra, lo que provoca un rápido aumento de los niveles de azúcar en la sangre. Es más saludable consumir fruta fresca o hacer zumos caseros.
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Además, este producto puede estar hecho de materias primas de baja calidad o incluso de sustitutos de frutas y frutos del bosque producidos en un laboratorio; por supuesto, un “zumo” de este tipo no te aportará nada beneficioso.
Yogures con relleno
El yogur natural es una buena fuente de probióticos y calcio, pero muchos yogures comerciales tienen mucha azúcar, edulcorantes artificiales y conservantes.
Entendemos al productor, por supuesto: los conservantes prolongan la vida útil del producto, lo que implica más ingresos. Pero la salud de las personas queda en un segundo plano.
Estos aditivos no solo pueden contribuir al aumento de peso, sino que también pueden causar problemas digestivos. Elige yogures sin azúcar y añádeles tú mismo fruta fresca o miel.
Barritas de cereales
Las barritas de cereales suelen anunciarse como un refrigerio saludable. Sin embargo, muchas de ellas tienen mucha azúcar y poca fibra, es decir, carbohidratos de rápida absorción que provocan picos de azúcar en la sangre.
Además, pueden tener grasas trans y conservantes perjudiciales para la salud. Es mejor recurrir a un refrigerio de frutos secos, semillas o fruta fresca; eso sí, ten en cuenta que también son alimentos calóricos.
Ensaladas con todo tipo de salsas y aderezos preparados
Las ensaladas son consideradas uno de los platos más saludables; sin embargo, muchas salsas comerciales para ensaladas tienen mucha azúcar, sal e ingredientes artificiales. Todo esto puede anular los beneficios de las verduras.
Es mejor preparar salsas caseras con aceite de oliva, jugo de limón y especias. Prueba los aceites sin refinar prensados en frío y verás que la mayonesa te parecerá una salsa muy pesada para una ensalada.
Productos desnatados
Los productos desnatados suelen parecer la mejor opción para quienes cuidan su salud. Sin embargo, los productores suelen añadirles más azúcar y suplementos químicos para mejorar su sabor.
Esto puede provocar aumento de peso y problemas de salud. Es importante recordar que consumir grasas naturales en cantidades moderadas es beneficioso para el cuerpo. Además, el proceso de descremado es un procesamiento o reprocesamiento adicional de las materias primas, lo que significa que, en realidad, no se trata de requesón, sino de un producto semiprocesado.
Frutos secos confitados
Los frutos secos son una buena fuente de grasas saludables y proteínas; sin embargo, los frutos secos confitados o con azúcar añadida pueden ser muy calóricos y perjudiciales para la salud.
Estos productos suelen tener grasas trans y conservantes. Es mejor optar por frutos secos crudos o ligeramente tostados sin aditivos. Los frutos secos por sí solos tienen alrededor de 600 kcal por cada 100 g y, al agregarles una capa de azúcar, se convierten en una “bomba” para el sistema digestivo.
Sustitutos de la carne magra
Existe la idea de que los sustitutos de la carne magra, como las hamburguesas de soja o las salchichas vegetarianas, son una alternativa más saludable a la carne.
Sin embargo, muchos de ellos tienen mucho sodio, conservantes y otros aditivos.
Además, algunos sustitutos pueden provocar reacciones alérgicas o problemas digestivos.
Es mejor incluir diferentes fuentes de proteínas en tu dieta, como legumbres, pescado o pollo. Si eres un vegetariano convencido, lo mejor es aprender a cocinar tu propia comida, ya que la mayoría de los establecimientos no están preparados para este tipo de alimentación.
Si bien es difícil sobreestimar la importancia de una nutrición equilibrada, no hay que olvidar que incluso los productos aparentemente saludables pueden tener consecuencias negativas para la salud y la belleza.
Siempre vale la pena leer atentamente la información nutricional del envase y elegir productos naturales sin aditivos innecesarios.
Recuerda: la mejor dieta es aquella que incluye una variedad de alimentos frescos y poco procesados que ayudarán a mantener tu salud y belleza en un nivel óptimo.
Revisión editorial
Autora: Valeria Kisternaya, redactora de recursos web
Experta: Maria Kapralova, experta / Belnovosti
