No theme

10 sencillas señales de que tienes la mente sana

Comprueba en qué preguntas has acertado.

.

10 signos sencillos que indican que tienes una psique estable

Una persona con una salud mental intacta se mantiene estable tanto en épocas de calma como en situaciones imprevistas o circunstancias difíciles de la vida. La Dra. Karla Schumann, doctora en psicología clínica, destacó los rasgos de comportamiento que pueden demostrar que eres esa persona. Aquí tienes algunos.

1. Eres capaz de alegrarte por los demás

Y no pierdes esta cualidad incluso cuando las cosas no te van bien. Esta señal indica que no estás dispuesto a encerrarte en tu propio sufrimiento y que estás abierto a cualquier manifestación de la vida. Ni siquiera los contratiempos más importantes pueden levantar una barrera entre tú y el mundo que te rodea, y la angustia del alma no te priva de la capacidad de sentirte feliz y orgulloso, aunque sea por otras personas.

2. No sientes una envidia malsana por los demás

Por supuesto, todo el mundo experimenta envidia hacia alguien en algún momento. No hay nada malo si este sentimiento te ayuda a encontrar motivación para lograr lo mismo que un amigo o conocido, o para avanzar hacia tus propios objetivos.

Pero existe una envidia nociva, a la que a menudo se le llama “malvada”. En este estado, una persona no piensa en sus propias necesidades, sino que sufre porque alguien ha logrado más que ella. Además, podría querer arrebatarle por todos los medios lo que no tiene.

Si no experimentas este sentimiento y los éxitos de los demás te dan la confianza para pensar que tú también puedes lograrlos, es una buena señal.

3. Sabes cómo cuidarte y lo haces

Eres consciente de las necesidades de tu cuerpo y las satisfaces a tiempo. Es probable que no aguantes el frío si puedes abrigarte más y que no permanezcas en una posición incómoda si puedes cambiarla fácilmente. Además, no usas ropa o calzado demasiado ajustados que te incomoden y notas a tiempo cuándo tienes hambre o sed. Incluso, casi siempre logras identificar los sentimientos que experimentas y darles un nombre. Y si te sientes triste, sueles buscar una manera de mejorar tu estado de ánimo.

4. Te esfuerzas por establecer límites claros en las relaciones

Es probable que en ocasiones no logres mantener tus límites intactos o que no respetes los límites de los demás. Pero los intentos constantes por establecer relaciones igualitarias y respetuosas con personas cercanas ya dicen mucho sobre tu salud mental.

Intenta recordar que todos, incluido tú, necesitan una sensación de espacio personal al que nadie ingresa sin permiso. Y esto no es solo la distancia física necesaria para mantener una conversación cómoda.

Cuando alguien te pide algo o te hace una oferta, es posible que necesites un pequeño descanso para considerar si estás dispuesto a aceptar o si preferirías decir “no”. No permitas que te apresuren ni tomes decisiones precipitadas si sientes la necesidad de reflexionar. Los límites temporales suelen ser tan importantes como los límites espaciales.

5. Eres capaz de ayudar a los demás

Es decir, tienes fuerzas suficientes para cuidar no solo de ti mismo. Es posible que tengas amigos a los que escuchas cuando lo necesitan. O que brindes ayuda a organizaciones benéficas, por ejemplo, como voluntario al menos de vez en cuando. Es posible también que tengas un pasatiempo que no solo te sirva como una forma de expresión, sino que también aporte alegría a los demás. Por ejemplo, puedes bailar o cantar, y ocasionalmente participar en conciertos. Todas estas formas no solo te ayudan a ti mismo, sino que también ayudan a otras personas y son un indicio de una psique estable.

6. No te rindes ante los fracasos

A veces es difícil mantenerse motivado en situaciones difíciles. Si cometes errores o sufres contratiempos, es fácil desanimarse.

Una señal de salud mental firme no es permanecer atascado en la apatía o dejarse llevar por el desánimo durante mucho tiempo. O si esto sucede, es intentar superar estos estados. Es posible que hayas perdido la esperanza, experimentado desilusión o que tu autoestima haya disminuido. Seguir avanzando, aunque sean pequeños pasos, hacia tu objetivo en estas circunstancias es una buena señal.

7. Sabes disfrutar de las cosas simples

A veces, una persona deja de prestarle atención a las pequeñas alegrías cotidianas. Solo las situaciones extremas y las emociones intensas le permiten experimentar emociones positivas. Por ejemplo, sientes euforia cuando saltas en tirolina, pero no puedes disfrutar de una caminata tranquila. Y en un restaurante eliges platos exóticos porque la comida simple te parece aburrida. Esas no son buenas señales.

Por otro lado, si eres capaz de disfrutar de una taza de café común, pasar una tarde agradable escuchando música tranquila o charlando con amigos sobre temas triviales, estás bien.

8. Superas los rencores con facilidad

No, esto no significa que estés dispuesto a perdonar de inmediato a alguien que te haya hecho daño. Es posible que experimentes enojo, dolor, decepción o impotencia. Pero estas emociones no duran para siempre. Nuevos eventos pueden despertar tu curiosidad y alegría, hacerte reír o sumergirte en recuerdos agradables. Y aceptas estas emociones en lugar de aferrarte al dolor y el resentimiento del pasado. Las heridas del alma sanan con el tiempo, aunque a veces sea lento, y no tratas de evitarlo.

9. Sientes con frecuencia una agradable sensación de anticipación

Anhelas ese encuentro con tus amigos. Cuentas los días hasta el concierto de tu banda favorita para el que ya has comprado entradas. Imaginas lo deliciosa que será la comida que ordenaste en la cafetería o el pastel que metiste en el horno. Y, en general, no dudas de que sucederán muchas cosas buenas en el futuro, aunque nadie te protegerá de las dificultades.

Necesitas experiencias positivas. Y te esfuerzas por obtenerlas, aunque no todo en la vida te traiga alegría o inspiración.

10. Logras encontrar un motivo para estar agradecido todos los días

Es posible que en este momento no estés experimentando el mejor momento de tu vida. Pero aún así notaste algunas sorpresas agradables que podrían no haber sucedido.

Por ejemplo, te detienes en el camino a casa para admirar la belleza de la nieve que cae o para observar el brillante arcoíris. Notas que un extraño te sonrió. Si conduces, te alegras cuando te sorprende que los semáforos

Click to rate this post!
[Total: 0 Average: 0]

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button